Carles Puidemont ha salido al paso del gran revuelo por la publicación de los mensajes de móvil a Comín, difundidos por Telecinco, en los que reconoce que "esto se ha terminado, los nuestros nos han sacrificado". En un expresivo tuit, el expresidente asume la veracidad del texto: "Soy humano y hay momentos que dudo, pero también soy presidente y no daré un paso atrás. Seguimos".
El receptor de los textos, el exconsejero Comín, también prófugo en Bruselas, ha admitido asímismo la autenticidad de los pantallazos y ha amenazado con querellarse contra el canal televisivo por violación de la intimidad. Ha insistido en que se trata de conversaciones privadas que no significan nada fuera de contexto.
Los dirigentes secesionistas huían este miércoles de los periodistas, se refugiaban en el silencio. Los pocos que comentaban el episodio han acogido estas revelaciones como una reacción lógica tras 'la puñalada' de Roger Torrent, presidente del Parlament, de aplazar la sesión de investidura sin comentarlo con nadie. "Está tocado, se siente solo, pero se levantará", transmitían los más entusiastas.
En el mundo independentista ha reaccionado en silencio a estas revelaciones, sin más referencias públicas a la injerencia en al ámbito de lo privado por parte de un medio de comunicación. En conversaciones informales, las versiones son de otro tono. Algunos dirigentes de PDeCat, la antigua Convergencia, el partido del expresidente, es de sorpresa, decepción y disgusto. "Nada tiene que ver con lo que se nos transmite desde Bruselas, ni siquiera con lo que el propio Puigdemont afirmaba en la noche del martes en su vídeo", subrayan. En ERC, la otra gran fuerza secesionista, apuntan a que debe decidirse ya a plantear su salida y dar paso a la designación de otro candidato.
Entre los constitucionalistas se recibieron los mensajes como una evidencia más de que el 'procés' ha terminado, que la escapada de Puigdemont ha terminado, ha tocado a su fin la gran farsa, según decía Inés Arrimadas, y que ha llegado la hora de que Torrent proponga a otro candidato.