La Fundación FAES ha publicado un contundente editorial en el que replica a la valoración de Arnaldo Otegi sobre la decisión del Tribunal Constitucional de librarlo de la repetición del juicio en el llamado 'caso Bateragune', inicialmente decidida por el Supremo. El texto de FAES incide precisamente en cómo el dirigente de Bildu aprovechó para "difamar sentencias del Tribunal Supremo" al definirlas como "muestras de lawfare".
El editorial critica igualmente que Otegi acuse al "Estado de 'querer evitar que la violencia armada de ETA desapareciera de la ecuación política de este país'" y de haber practicado una "persecución política" para anular al independentismo vasco, así como una serie de supuestas prácticas que el político proetarra enmarca en casos de lawfare y violencia de Estado.
El editorial de FAES identifica la andanada de Otegi como propia y posible de "una España", la de hoy, "donde los delincuentes redactan leyes y los nostálgicos del terror reescriben la memoria colectiva". En consecuencia, el escrito continúa con que, en este contexto actual, "no puede sorprender que un notorio terrorista y secuestrador se apunte al grotesco carnaval del mundo al revés".
En el editorial, la fundación de idea del PP insiste en anteponer la "dignidad de las víctimas", la de la propia "nación y la de sus instituciones democráticas".
El texto hace igualmente un repaso en torno al terror provocado por ETA durante el comienzo del siglo para significar que, gracias al Gobierno que presidía José María Aznar, la banda terrorista quedó en 2004 "operativamente bloqueada, con su brazo político ilegalizado tras la aprobación de la Ley de Partidos Políticos y la Ley para el cumplimiento íntegro de las penas en vigor".
"Los responsables de blanquear el entorno político de ETA son los que han metido a España en un atolladero tan inmoral y peligroso como estúpido e improductivo"
Tras recordar que, por aquel entonces, Otegi calificó la acción del Estado de derecho "como una declaración de guerra" que, añade, se tradujo en una amenaza explícita a los partidos que unieron fuerzas para lograr el aislamiento de ETA junto a la acción de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, el editorial incide en que toda esa armazón jurídica ligada a la norma que posibilitó la ilegalización de formaciones que apoyaban la violencia pasó todos los filtros jurídicos de las instancias europeas.
El texto de FAES lamenta que "aquella práctica antiterrorista" no tuviera continuidad, y consigna que "vivimos un penoso retroceso desde aquel marco conceptual y político" en el que, al contario que en el presente, no se mercadeaba con la Constitución por parte de "los responsables de blanquear el entorno político de ETA". A estos atribuye finalmente la autoría de "haber metido a España en un atolladero tan inmoral y peligroso como estúpido e improductivo".