Alberto Núñez Feijóo marca sus ritmos, al margen de los designios de Gánova. El presidente gallego tiene su propio calendario y sus particulares objetivos. Acaba de cerrar una remodelación de su Xunta para enviar a dos consejeros a competir en las municipales. Beatriz Mato, que estaba dirigía Medio Ambiente, irá a La Coruña en tanto que José Manuel Rey lo hará en el Ferrol. El estilo tradicional del presidente gallego es determinar quienes encabezarán los carteles electorales. Los cambios en Madrid no alteran los usos en Galicia.
El batacazo del PP en las municipales de 2015 fue similar al del que sufrió en las principales capitales de España. Feijóo perdió las grandes ciudades y conservó tan sólo Orense. Un resultado estrepitoso que no fue obstáculo para que, al año siguiente, mantuviera su tercera mayoría absoluta en el Gobierno regional.
El líder gallego se adelanta así al calendario que ha fijado la dirección nacional para afrontar las elecciones de mayo, en las que pretende recuperar poder territorial en algunas plazas fundamentales. En Génova se centran estos días en a diseñar las listas a las autonómicas y municipales, al objeto de anunciar el nombre de los elegidos en la Convención Nacional del próximo mes de diciembre. Feijóo les da el trabajo hecho. Dueño de su territorio, el único de los presidentes autonómicos del PP con mayoría absoluta no consulta sus decisiones con Madrid. Si acaso, informa.
Candidatos para Madrid
El sanedrín de Pablo Casado busca candidatos para la comunidad madrileña, para Cataluña, Cantabria, para las alcaldías de Madrid, de Barcelona, de Valencia, Palma, en un encaje de bolillos en el que la dirección emanada de las primarias se juega su prestigio y su consolidación. Y Casado, también, su liderazgo.
Feijóo, luego de renunciar a presentar su candidatura para disputar el sillón vacío de Rajoy, se ha centrado en su territorio. Ha cerrado una crisis de Gobierno doce días entes del debate del Estado de la Comunidad, para transmitir la idea de que lleva la iniciativa y de que va a por todas en las municipales. Mantiene la estructura de su Ejecutivo, con la incorporación de tres técnicos, sin mayor perfil político, y no envía señales de sucesión, ya que conserva a su lado a Alfonso Rueda en la vicepresidencia. Amplía el número de consejerías de diez a once y redondea un reparto paritario de seis hombres y cinco mujeres.
