El portavoz de ERC en el Congreso de los Diputados, Gabriel Rufián, aseguró que su grupo no van a “ser los responsables de unas segundas elecciones generales” y que intentará coordinar su voto con el de EH Bildu, lo que implicaría 18 abstenciones decisivas para investir a Pedro Sánchez.
En declaraciones en el patio del Congreso, Rufián reiteró los mensajes que dio a favor de facilitar la investidura de Sánchez en su rueda de prensa posterior a reunirse con su homóloga socialista, Adriana Lastra, la semana pasada, y restó importancia a los que entonces pudieron entenderse como reservas a esa actitud.
Así, si el otro día dijo que lo que ocurriera en el Ayuntamiento de Barcelona sería “muy importante”, hoy, cuando se ha consumado la investidura como alcaldesa de Ada Colau con apoyo del PSC en detrimento del candidato de ERC, Ernest Maragall, relativizó su influencia en la de Sánchez.
“Nosotros no condicionamos, lo que dijimos es que cada día pasaban cosas y que éramos conscientes de que iban a pasar cosas que iban a ir dificultando el diálogo y la negociación lógica y sana”, matizó, añadiendo que “evidentemente” no les “gusta que el PSC sea parte de esa alianza con Valls pero también era lógico”. Incluso restó importancia al juicio contra los líderes independentistas: “Nosotros no esperamos nada de la Fiscalía ni de la Abogacía del Estado”.
Pese a estas dos cosas, Rufián se reafirmó en que “hay que rebajar un poco el tono y volver a la mesa de negociación, atarnos a la mesa de negociación, siendo conscientes de que la realidad no ayudará”, porque “si tuviéramos que supeditarnos a lo que va a pasar en el día a día, aquí no hablaría nadie”.
Próximos contactos
Sin entrar a precisar si ha habido más reuniones, unos contactos que “más que discretos, son públicos”, y acogiéndose a que “lo importante es que se siga hablando, más allá de la forma, el fondo y el lugar”, Rufián citó una frase que el presidente de ERC, Oriol Junqueras, dijo en la campaña, “ningún demócrata quiere que el fascismo gobierne”, para prometer como la semana pasada: “Nosotros no vamos a ser los responsables de unas segundas generales”. Repitió también que ERC no dará un cheque en blanco a Sánchez, pero explicó que eso sólo significa que en el diálogo no se les obligue a renunciar a lo que son.
Un sentido del voto que hizo extensivo a EH Bildu, partido con el que ERC tiene un acuerdo de unidad de acción en el Congreso y comparte grupo parlamentario en el Senado. “Tenemos un acuerdo de coordinación con la izquierda abertzale, somos dos fuerzas políticas muy próximas, e intentaremos coordinarnos en todos los temas de la legislatura y éste evidentemente lo es”.
Rufián, a pregunta de los periodistas, no quiso confirmar la abstención que estaba insinuando, pero dejó entrever que ERC y EH Bildu contribuirán con 14 escaños decisivos a facilitar la investidura de Sánchez, única vía abierta para garantizarla si el PSOE logra el apoyo de Unidas Podemos y el PNV,y se mantiene el voto en contra de PP, Ciudadanos, Coalición Canaria y UPN.