"Manifestación popular de protesta contra una persona, generalmente del ámbito de la política o de la Administración, que se realiza frente a su domicilio o en algún lugar público al que deba concurrir", este es el significado de la palabra "escrache" según la RAE. Una denominación que, ahora, la jueza de lo Penal Número 14 de Madrid recupera para definir lo que sufrieron Irene Montero y Pablo Iglesias en las inmediaciones de su vivienda de Galapagar en plena pandemia. Un nuevo varapalo de la Justicia que se suma a la lista de derrotas que el ex vicepresidente del Gobierno y la exministra de Igualdad acumulan en los tribunales en los últimos años.
Durante siete meses, Miguel Frontera, acusado por la pareja de acosarles, se desplazaba varias veces por semana hasta los alrededores de la casa familiar para protestar contra la política del Gobierno en relación a la gestión de la pandemia. Unas alegaciones presentadas y defendidas por el propio acusado en la vista oral y que, ahora, la jueza entiende que no pueden ser consideradas "ni absurdas ni arbitrarias".
En consecuencia, la jueza le absuelve de varios delitos de injurias graves y de acoso al considerar que no hay corroboración periférica alguna más allá de lo que manifestaron los querellantes, de que el acusado fuera el instigador de dichas protestas. Asimismo, Belén Pérez Fuentes considera no probado que Frontera tuviera la intención de vigilar a los querellantes. De esta forma, la titular del Juzgado de lo Penal Número 14 de Madrid se apoya en las declaraciones de los agentes de la Guardia Civil que testificaron en la vista para señalar la falta de pruebas para corroborar que el acusado quisiera contactar con ellos o "buscar su cercanía física".
Caso por las caceroladas en Galapagar
Una versión muy diferente a la expuesta por Iglesias y Montero en Sala donde describieron una sensación constante de "miedo" y "estrés" que alteró considerablemente la vida familiar de ambos. La decisión de la jueza supone un nuevo golpe judicial a la pareja, después de que en 2020 se archivara de la causa por las caceroladas organizadas frente al chalé de Galapagar durante la pandemia. En aquella ocasión, la Audiencia Provincial de Madrid desestimó el recurso presentado por la propia Irene Montero con el que pretendía mantener viva la querella que interpuso contra una concejal de Vox por coacciones y acoso en su vivienda y a través de redes sociales.
La Sala Segunda de la audiencia madrileña consideró, entonces, que los hechos carecían de relevancia penal y decidió cerrar el caso. La exministra de Igualdad denunciaba las consecuencias para su familia de sufrir caceroladas diarias en la puerta de su casa donde convivía con su pareja y sus tres hijos pequeños. Además, en la querella la futura eurodiputada de Podemos alertaba de la publicación de imágenes de dichas concentraciones en redes sociales.
El Supremo condena a Irene Montero
No obstante, entre los casos más sonados de Irene Montero en los tribunales de los últimos años hay que destacar la sentencia del Tribunal Supremo que condenó a la exministra a pagar 18.000 euros de indemnización a Rafael Marcos. Pocos meses después, el alto tribunal ordenó a la condenada a pagar otros 5.400 en concepto de intereses y costes procesales por llamar maltratador al que fuera pareja de María Sevilla, la expresidenta de la asociación Infancia Libre condenada por sustracción de menores e indultada, posteriormente, por el Gobierno de Pedro Sánchez.
El fallo dictado por la Sala de lo Civil vino derivado de las declaraciones hechas públicas por Irene Montero durante la inauguración del Instituto de la Mujer en la que dijo, dirigiéndose a Sevilla, que lo que hacen las madres protectoras es "defenderse a sí mismas y defender a sus hijos e hijas frente a la violencia machista de los maltratadores". Según el TS, estas palabras supusieron un atentado "contra la reputación personal" de su expareja, al atribuirle "infundadamente" una conducta "merecedora del máximo reproche social". Finalmente, la dirigente morada presentó un recurso de amparo rechazado por el Tribunal Constitucional.
Pablo Iglesias y sus litigios por "calumnias" e "injurias"
También en el Supremo, Pablo Iglesias sufrió su última derrota en los tribunales. El pasado mes de marzo, el alto tribunal desestimó el recurso presentado por el exlíder de Podemos contra la sentencia contraria a su querella interpuesta contra Diego Camacho, por calumnias y le condenó a pagar las costas del procedimiento. El exvicepresidente se querelló contra el excoronel del CESID, de 80 años, por publicar un artículo en el que le vinculaba con el narcotráfico venezolano y el régimen iraní. Los magistrados concluyeron que las expresiones utilizadas por Camacho no tuvieron la "gravedad suficiente" como para vulnerar el honor del exsecretario general de Podemos "hasta el punto de que merezcan una tutela penal".
Un caso similar fue la absolución por parte de la audiencia madrileña de del periodista acusado por el exdirigente del Gobierno de un delito de acoso a sus hijos. Los magistrados desestimaron el recurso presentado también por Montero, al considerar que la conducta del reportero no era constitutiva de una infracción penal.
Ana Rosa vence al exlíder de Podemos en los tribunales
Por último, cabe destacar, la victoria de Ana Rosa Quintana frente a Pablo Iglesias, después de que este presentara una demanda contra Mediaset y Telecinco por atribuir al exministro de Derechos Sociales y Agenda 2030 de España la responsabilidad de las residencias de mayores en pandemia. "El líder de Podemos echa en cara los muertos de las residencias de ancianos a Díaz Ayuso, cuando él era el responsable de los geriátricos", una declaraciones expuestas por la presentadora en directo en su programa matinal y que fueron consideras por el tribunal como una "opinión" basada en base a la información aportada por el propio equipo de Gobierno.
Una larga lista de litigios judiciales iniciados por Pablo Iglesias e Irene Montero que no han acabado con buen resultado. No obstante, este no ha sido el único final para los de Podemos en los tribunales, ya que la Justicia ha terminado dando carpetazo, al menos, a una veintena de querellas o denuncias que apuntaban de manera directa a la cúpula del partido u otros miembros de la formación.
xaxonem
Rata. La mejor definición de un miserable.
Orsis Rutherford
Cs murió cuando se fue Rivera. Es una pena porque era una buena alternativa a los ladrones de ambos partidos mayoritarios.
velociraptor
Lo q m da rabia que salgan millonarios estas ratas cínicas y demagógicas a consta del dinero d nuestros impuestos. Los qe venís a luchar con la casta acabaron diendo la mayor casta d europa, y aquella sigue en su trono europeo cobrando el suelda o, por no hacer nada más q alguna gotita con sus anmigas y estos tras soltar a violadores a la calle tras el antojo d su ley mal hecha. Mucha impotencia la q siento
pancho
Esta muy claro: en la lógica de los neo comunistas, pero también de los socialistas, cuando la justicia no les da la razón, es que los jueces son parte de la "fachosfera", y hace falta que el poder político meta manos sobre el poder judicial. Ya está hecho en gran parte, pero queda todavía un pequeño esfuerzo. Ante la colaboración o la indiferencia del ciudadano y del PP, la cosa va a buen ritmo.