La consellera de Presidencia y portavoz del Govern, Meritxell Budó, ha remitido al Ejecutivo central el sondeo efectuado por el Centro de Estudios de Opinión (CEO) de la Generalitat a 3.600 personas de toda España para que, a la luz de los resultados, acepte sentarse en "una mesa de diálogo".
El citado estudio demoscópico determina, entre otras cuestiones, que un 36,2% de los españoles serían favorables a la celebración de un referendo para que los catalanes decidiesen "qué relación quieren" entre Cataluña y el resto del Estado, frente a un 51,8% que estaría en desacuerdo, mientras que el 33,9% ven injusto el encarcelamiento de los dirigentes independentistas.
El sondeo se realizó entre el 9 de septiembre y el 17 de octubre, es decir, mayoritariamente los días anteriores a conocerse la sentencia condenatoria contra los líderes independentistas dictada por el Tribunal Supremo (el 14 de octubre).
En la misiva, dirigida a la vicepresidenta del Gobierno en funciones, Carmen Calvo, Budó señala que "el conflicto" catalán solo se solucionará "desde la negociación" y, por ello, pide al Gobierno aceptar compartir una "mesa de diálogo" en la que exista una "voluntad sincera y franca de llegar a acuerdos que permitan avanzar".
"La libertad de presos políticos y exiliados"
En la misma debería poderse hablar "de la libertad de presos políticos y exiliados, del reconocimiento de la autodeterminación de nuestro país y del progreso social y económico para todo el mundo", añade el Govern.
La consellera indica en la carta que el sondeo encargado por el ejecutivo catalán ha puesto el foco "en temas que habitualmente no se consultan o bien que no trascienden" pero que, aun así, son "fundamentales para garantizar una futura convivencia de entendimiento y cordialidad entre todos".
El catalán es "un conflicto que traspasa las fronteras del Estado español y que también preocupa al resto de instituciones europeas. Un conflicto que en los últimos años se ha judicializado de una forma exponencial y que ha comportado la existencia de presos y presas políticas y de exiliados y exiliadas, la persecución de las ideas y de los movimientos sociales y la regresión de derechos fundamentales", afirma Budó.
Ante esta crisis, agrega la consellera, el sondeo apunta que "la mayoría de catalanes y un gran número de españoles creen que el actual conflicto tiene que resolverse de forma eminentemente política, a través de la vía del diálogo y la negociación", así como constata "un alto grado de insatisfacción con el funcionamiento de la democracia española, tanto en Cataluña como en España".
La encuesta también indica que "hay margen para realizar un referéndum en Cataluña" y que se ha "perdido el miedo a debatir temas anteriormente considerados tabú como el derecho a decidir de los ciudadanos o el papel de la monarquía española".
