El Consejo de Ministros ha dado luz verde este martes a la ley de Educación que servirá para derogar la LOMCE. La nueva normativa –la misma que presentó hace un año y truncó el adelanto electoral– tendrá que pasar ahora por el Congreso de los Diputados.
La ministra de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá, ha hecho hincapié en que "hay que avanzar eliminando la segregación por nivel socioeconómico o por cualquier otra cuestión" en los centros sostenidos con fondos públicos. Sin embargo, el Gobierno se resiste, por ahora, a eliminar las subvenciones a la educación diferenciada por sexos que pactó con Podemos.
El acuerdo programático entre Sánchez e Iglesias proponía impedir la segregación por sexos en los colegios sostenidos con ayudas estatales, lo que volvió a poner sobre la mesa el debate entre los que están a favor y en contra de este modelo educativo.
"Promoveremos la coeducación en todo el sistema educativo, impidiendo la segregación educativa por razón de sexo en los centros sostenidos con fondos públicos", rezaba el documento de la llamada 'Coalición progresista'.
Ahora, Celaá ha matizado que el proyecto de ley "afirma que preferentemente se concertarán aquellos centros que no segreguen a los alumnos". Además, ha advertido que el proyecto de ley que este martes se aprueba pasará por la Cámara Baja y "recibirá las enmiendas" que los demás grupos parlamentarios consideren.
La ministra de Igualdad, Irene Montero, ha eludido responder si la 'ley Celaá' cumple con las expectativas en Educación de Unidas Podemos.
En España existen alrededor de 90 centros concertados que separan a las niñas y a los niños, una educación que para sus detractores es tachada de "segregadora".