Silencio clamoroso del Gobierno, del PSOE y del Grupo Socialista, antes y después de que la ministra de Justicia, María Dolores Delgado, desvelase este lunes que, en realidad, se ha visto "tres" veces con el excomisario José Manuel Villarejo, actualmente en prisión.
Después de asegurar varias veces la semana pasada a través del departamento de prensa del ministerio que no había tenido "ningún tipo de relación personal, profesional, oficial o no oficial" con Villarejo, la web Moncloa.com soltó la bomba: un audio de tres horas y media grabado en una comida el 23 de octubre de 2009 en la que se les escucha a ella, al exjuez Baltasar Garzón, a Villarejo y otros policías hablando y bromeando en un ambiente distendido.
Durante varias horas ni la vicepresidenta, Carmen Calvo, presidenta en funciones mientras Pedro Sánchez está de viaje en Canadá y Estados Unidos -hasta el sábado-, ni nadie del Gobierno dijeron nada. Es más, según ha podido saber Vozpópuli, Calvo dio instrucciones a los ministerios para que anularan actos que conllevaran contacto con los medios de comunicación, al objeto de propiciar una única versión.
La sensación en el PSOE es que el Gobierno no aguanta la dimisión de un tercer ministro después de Huerta y Montón y por eso Sánchez intenta mantener a Delgado
Eso llevó al ministro de Fomento y secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, a cancelar la reunión del Comité de Dirección del partido, y la posterior rueda de prensa en la sede de los lunes en Ferraz. No quería verse obligado a pronunciarse sobre otra patata caliente para un Ejecutivo que lleva solo cien días y ya ha visto dimitir a dos ministros: Màxim Huerta (Cultura), y Carmen Montón (Sanidad): "una tercera no se aguanta", es el comentario más extendido en la veterana organización socialista.
Por no salir, nadie del PSOE en Madrid puso voz a la critica contra la decisión de la Mesa del Congreso de rechazar la enmienda en la Ley de Violencia de Género que iba a hacer posible la reforma por la eliminación mediante una argucia parlamentario del veto del Senado en la Ley de Estabilidad Presupuestaria.
Ferraz despachó el asunto con un comunicado en el que censuraba por "inaudita" la maniobra de la presidenta de la Cámara, el PP y Ciudadanos, y luego, ya por la tarde, Ábalos hizo unas declaraciones en Córdoba al respecto.
Fue dos horas después de que, a las tres de la tarde y mediante un comunicado de Justicia, la ministra Delgado reconociera la comida del 23 de octubre de 2009 con Villarejo y otros dos encuentros más; lo cual ha encendido las alarmas a numerosos cargos y diputados del PSOE que ha llevado al Gobierno a seguir manteniendo un silencio espeso "a la espera de acontecimientos", reconocen varios parlamentarios.
Este martes será una jornada dura para la ministra: primero, desayuno en el Club Siglo XXI y, por la tarde, reprobación en el Senado por el 'caso Llarena'
Y es que son muchos en el partido que no se fían de que no salgan nuevos audios comprometedores o informaciones sobre los contactos de Delgado y Garzón con Villarejo, que le han servido al PP para ponerla en el disparadero.
Este lunes ya pidió su dimisión por "mentir" y ser "una vergüenza para España" y hoy, martes, la ministra afronta una dura jornada: primero, desayuno informativo en el Club Siglo XXI y, por la tarde, será reprobada por el PP en el Senado en relación al 'caso Llarena' -su negativa inicial a sufragar al magistrado del Tribunal Supremo la defensa frente a la querella de Carles Puigdemont en los tribunales belgas-.
No ha gustado "nada" en la organización socialista que la ministra de Justicia se haga la víctima del chantaje de Villarejo al Estado, comparándose en el comunicado que emitió Justicia con el Rey emérito y las grabaciones del comisario Villarejo a la princesa Corina.
Por eso, hoy se va a mirar con lupa qué ministros acompañan a Delgado en cualquiera de los dos foros, Siglo XXI y Senado, porque el comentario más extendido en las últimas horas en el PSOE y fuera de él es que el Gobierno "está dejándola sola".