Política

La tesis del PSOE: el PP tumba la renovación del CGPJ para empujar a Sánchez a las urnas

En Moncloa y Ferraz están convencidos de que Casado no va a soltar la 'presa' de su actual mayoría en el CGPJ hasta nuevas elecciones si con ello contribuye a generalizar la sensación de fin de legislatura  

  • Marchena saluda a Lesmes en su toma de posesión como presidente de la Sala II

Gobierno y PSOE están convencidos de que que el PP no se va a involucrar en otra negociación para renovar el Poder Judicial hasta después de las elecciones generales, sean cuando sean, porque la interinidad en la que quedan su actual presidente, Carlos Lesmes, y el resto de vocales va a acentuar la precariedad política de Pedro Sánchez y la sensación de fin de legislatura, admiten a 'Vozpópuli' varias fuentes. "Es evidente", señalan.

Cuando se ha escuchado esta mañana al vicesecretario general de los populares, Javier Maroto, condicionar la vuelta a la mesa de negociación a la dimisión de la ministra de Justicia, Dolores Delgado, en muchos despachos del poder socialista testados por este periódico, la reacción ha sido la misma: "no quieren negociar, ahora no les conviene".

Y es que el acuerdo al que había llegado el ex ministro de Justicia Rafael Catalá con Delgado estaba siendo muy contestado en las propias filas del PP porque se considera que la presidencia del CGPJ y del Tribunal Supremo para Manuel Marchena era un precio demasiado bajo por perder la mayoría absoluta en el seno del Consejo -once vocales progresistas por solo nueve conservadores-.

Casado mata dos pájaros de un tiro: anula un acuerdo por el que estaba siendo muy cuestionado en el PP y Marchena se queda la Presidencia de la Sala del Supremo que juzgará a los secesionistas implicados en el 1-0

En este sentido, el polémico whasapp del portavoz del Grupo Popular en el Senado, Ignacio Cosidó, que ha desencadenado la renuncia de Marchena ha resultado providencial para Pablo Casado. Primero, porque le permite volver a negociar el CGPJ desde cero, cuando sea; y, segundo, porque automáticamente se queda la Presidencia de la, en este momento, muy importante Sala II del Supremo en tanto que va a dictar sentencia en el juicio contra los dirigentes de la Generalitat procesados por el referéndum del 1-O.

De hecho, este mismo martes las defensas de Oriol Junqueras, Raül Romeva y Jordi Cuixart han recusado al magistrado por su supuesta participación en un acuerdo político. Lo cierto es que el paso atrás de Mal hombre señalado por PP y PSOE para dirigir el CGPJ abre un escenario de enfrentamiento que aboca a un  bloqueo ya vivido entre 2006 y 2008.

El precedente de Hernando

En 2006 concluía el mandato del CGPJ presidido por Francisco José Hernando Santiago, que había sido propuesto por el Gobierno de José María Aznar en 2001 para un período de cinco años. Pero con el PP ya en la oposición, tendrían que pasar dos años más, hasta 2008, para que Mariano Rajoy aceptara la presidencia del CGPJ para el magistrado conservador Carlos Dívar a propuesta del entonces presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero

El sucesor de ambos en La Moncloa, Pedro Sánchez, ha pedido este martes a Casado "sentido institucional" para que no ocurra lo mismo que entonces, pero su mano derecha en el partido, el secretario de Organización, José Luis Ábalos, no ha sido tan diplomático y ha acusado directamente a los populares de "obstaculizar el funcionamiento de la democracia" por bloquear la renovación del Poder Judicial.

Los socialistas van a obligar al PP a 'retratarse' este jueves en el Congreso como el partido que bloquea la renovación del Poder Judicial; tendrá que votar no al acuerdo que había firmado hace dos semanas

Según ha explicado la portavoz del Grupo Socialista, Adriana Lastra, todas las convocatorias se mantienen en pie en el Congreso, como si no se hubiera producido la renuncia del PP: este miércoles se examinan a dos juristas candidatos que no pudieron comparecer el pasado viernes y el jueves se votará en el Pleno a los 10 vocales que debe elegir la Cámara Baja (cuatro juristas y seis jueces y magistrados). Los socialistas quieren así que el PP se retrate ante España como artífice del bloqueo. 

Lastra ha lamentado la renuncia de Marchena y ha advertido que su nombre y el de los otros propuestos "nos valían hace 72 horas, y los seguimos apoyando a día de hoy y de mañana. No hemos sido nosotros quienes hemos cambiado".

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