El Gobierno admite la complejidad de la situación política para llevar adelante sus objetivos debido a la actitud de oposición del nuevo líder del PP, Pablo Casado, y del cambio de dirección en el PDeCAT, pero está decidido a mantener el rumbo e intentar agotar la legislatura.
La intención del PP de no apoyar el techo de gasto ni la nueva senda de déficit, así como el relevo al frente del PDeCAT que supone un mayor control del partido por parte del expresident Carles Puigdemont, podría afectar a la hoja de ruta del Ejecutivo y a su estabilidad.
El Gobierno reconoce que lo ocurrido el fin de semana en ambos partidos supone un cambio de escenario, más incluso por lo que ha pasado en el partido del expresidente catalán que por lo acontecido en la formación política que ahora lidera Casado.
En este sentido, subrayan que el Gobierno era consciente de que el Partido Popular no iba a poner fácil la aprobación de la nueva senda de estabilidad.
Pero en cualquier caso admiten que ni lo que ha pasado en un partido u otro facilita la tarea del Ejecutivo, pero aseguran que está decidido a mantener el rumbo y salvar los obstáculos que se le planteen conforme se le vayan presentando.
Las fuentes gubernamentales remiten a las palabras del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en las que aseguró que su objetivo es agotar la legislatura.
Esa sigue siendo la intención y, en consecuencia, el Gobierno se va a fajar en cada problema que se le plantee y va a pelear por sacar adelante sus iniciativas, según las fuentes citadas.