Las comunidades autónomas no dan abasto. La crisis del coronavirus está desbordando sus servicios sanitarios y asistenciales ante la emergencia sanitaria y el parón económico. Gobiernos regionales de distinto signo reclaman más liquidez al Ejecutivo central. Incluso algunos se atreven a pedir una reforma exprés de la financiación autonómica, un compromiso de Pedro Sánchez que parece imposible de cumplir a corto plazo.
Sánchez se entrevista el domingo por segunda vez en una semana con los presidentes autonómicos. El Gobierno no contempla medidas adicionales a las ya aprobadas. El Consejo de Ministros liberó unos 2.800 millones de euros para las autonomías en el arranque de la crisis sanitaria.
Barra libre en Europa
Una buena noticia para el Gobierno y las comunidades es la decisión de la Comisión Europea de congelar las reglas fiscales para dar barra libre de gasto a los países de la UE.
El coronavirus ha alterado por complejo las legislaturas autonómicas, al igual que ha ocurrido con el Gobierno nacional. Los diferentes gobiernos se preparan para un escenario de recesión. La emergencia ha provocado también una situación inédita.
El Ministerio de Sanidad ha asumido el control y la gestión de los servicios de salud regionales, que están completamente descentralizados. Son 17 servicios, que funcionan cada a uno a su manera, lo que ha provocado algunos problemas de coordinación a pesar de los esfuerzos de todas las administraciones.
El presidente del Gobierno de Aragón, el socialista Javier Lambán, ha reclamado relajar la senda de déficit, adelantar el nuevo sistema de financiación autonómico y permitir que los ayuntamientos gasten sus remanentes.
PP: pruebas masivas a la población
El decreto de medidas económicas del Gobierno se ha quedado algo corto en algunas de estas demandas, que comparten varios homólogos de Lambán. Y las comunidades y ayuntamientos van a tener que asumir gran parte del impacto económico por la avalancha de despidos y el parón de la economía.
Sánchez se enfrenta a gobiernos nacionalistas e independentistas, gobiernos del PSOE y también del PP. Las comunidades socialistas están apoyando la labor del Gobierno, pero confían en poder recibir más recursos a corto plazo. El líder del PP, Pablo Casado, mantuvo una videoconferencia con los presidentes de su partido -Madrid, Murcia, Castilla y León y Galicia- en la que establecieron una serie de prioridades para su encuentro con el jefe del Ejecutivo.
Los dirigentes populares demandan pruebas masivas de coronavirus a la población, compra urgente de respiradores para enfermos y que los MIR (médicos internos residentes) puedan ser contratados como médicos adjuntos. El PP reclama también al Gobierno un "criterio único y objetivo" para garantizar el suministro y la distribución de material sanitario.
