Si el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, pretendía poner en un aprieto al PSOE al hacer una nueva oferta a las comunidades autónomas para relajar sus objetivos de déficit para 2018 y 2019 parece que no lo ha logrado, a tener de las respuestas que ya están llegando desde los territorios gobernados por socialistas, a dos días de que tenga lugar esa nueva reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF).
Después de que la semana pasada todas las comunidades autónomas gobernadas por socialistas rechazaran la senda de estabilidad presupuestaria que les ofreció el Gobierno -con un objetivo de déficit para 2018 del 0,3% y del 0% para 2019-, Montoro ha anunciado una nueva reunión para proponer ampliarlo en un 0,1%, un cambio que para los socialistas parece "insuficiente".
El nuevo panorama será analizado mañana jueves en Ferraz con los consejeros de Hacienda del PSOE, a quienes ha convocado de nuevo la dirección. Hace una semana estuvieron con los responsables de Economía, Manuel Escudero, Política Federal, Patxi López, y Relaciones Institucionales, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, y constataron que había "unanimidad de criterios" en el rechazo al reparto del déficit planteado por Hacienda.
Y en espera de que analicen juntos la situación, parece que la oferta de Montoro no ha levantado entusiasmo. Muy clara ha sido la consejera de Hacienda andaluza, María Jesús Montero, quien, nada más conocer la propuesta de Montoro, ha asegurado que si su único planteamiento es relajar en 0,1% el objetivo de déficit, "va a contar con el rechazo del Gobierno de Andalucía".
En declaraciones a los periodistas, la consejera andaluza ha denunciado que el ministro de Hacienda trata a las comunidades autónomas "con el palo y la zanahoria" y le ha advertido de que no va a lograr su apoyo sólo con ponerles "un señuelo". Que si no hay una "reflexión profunda" y se modifican las reglas del reparto del objetivo de déficit, no hay nada que hacer, porque la oferta que les hace ahora es "claramente insuficiente".
Muy similar es el mensaje que se da ya desde los Gobiernos de Castilla-La Mancha y la Comunidad Valenciana, que atribuyen esta propuesta de Montoro al "puro tacticismo político". No es inocente, sostienen fuentes de estos gobiernos consultadas por Vozpópuli, que anuncie esta oferta un día antes de la reunión del secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, y el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y a una semana de la votación del techo de gasto en el Congreso de los Diputados, en la que los socialistas ya han dicho que dirá no.
Pero lo importante, sostienen, es el fondo, porque el peso del cumplimiento del déficit se sigue haciendo recaer en las comunidades autónomas, a las que se "obliga a hacer más ajustes" que la Gobierno central. Y a cuya difícil situación se añade ahora, además, la rebaja del IRPF que el Gobierno ha pactado con Ciudadanos y que "van a pagar las comunidades autónomas".
Desde Castilla-La Mancha no adelantan cuál será el voto el próximo viernes, pero insisten en que hay "muchas razones" para no cambiarlo y defienden que, en todo caso, Montoro no les necesita para aprobarlo. "Tiene la misma mayoría para ampliarlo al 0,4% que tenía cuando nos impuso el 0,3%", afirman.
Desde la comunidad que gobierna Emiliano García-Page, afirman que en esta oferta no hay una voluntad real de ayudar a las comunidades autónomas, menos aún el día que se les avisa de que tendrán que "pagar la mitad" de la rebaja del IRPF acordada con el partido naranja, sino de "enredar".
Denuncian que es una "coacción" a las comunidades autónomas, primero, y al PSOE, después, pero avisan de que si Montoro piensa que los Gobiernos autonómicos pueden "condicionar la política de Ferraz" o que la política de la dirección federal puede hacer lo propio con los Ejecutivos autonómicos, "se equivoca".
Porque si de verdad el Gobierno hiciera una oferta que redundara en beneficio de los ciudadanos, modificando el sistema de reparto de los objetivos, pensarían en sus intereses. Lo que les ofrece ahora, sostienen, son "treinta o cuarenta millones en un presupuesto de 8.000".
De la misma manera, en la Comunidad Valenciana tampoco han tirado cohetes con la oferta de Montoro. Si ya el pasado diciembre se desmarcaron de los gobiernos socialistas que no rechazaron la senda de estabilidad que ofrecía Hacienda y votaron en contra, ahora lo seguirán haciendo.
Desde este Gobierno, que lidera Ximo Puig, insisten en que hace falta un reparto del déficit más equilibrado entre la Administración central y la autonómica y denuncian, además, la "opacidad" con que creen que se diseña el mecanismo.
Y atribuyen también esta oferta a una "jugada táctica": después el "paripé" de una primera reunión en la que el Gobierno se mostró inflexible con la senda de cumplimiento del déficit, creen que la oferta no es más que una "cuestión política".