El expresidente de la Generalitat Jordi Pujol ha defendido el acercamiento de presos de ETA al País Vasco, tras asegurar que acabar con esta situación es una reclamación "muy mayoritaria" de las instituciones y la opinión pública vasca.
"Ojalá ahora sea -una demanda- plenamente atendida", ha pedido en un artículo publicado este martes en el blog de la Associació Serviol recogido por Europa Press, que escribió el 23 de mayo de este año.
Pujol ha recordado que sorprendió que la Generalitat reclamara en 1983 la competencia en materia penitenciaria, lo que también hizo Euskadi "pese a saber que no se la darían por la situación muy conflictiva que entonces había".
"De hecho, aún hoy muchos presos vascos que cumplen pena de prisión relacionada con ETA lo hacen fuera del País Vasco", ha constatado el expresidente catalán, que ha relatado que el Gobierno central sí traspasó la competencia penitenciaria a Cataluña en poco tiempo.
Se trataba, ha añadido, de una competencia "peligrosamente conflictiva" que, en su opinión, ha funcionado bien en Cataluña, hasta el punto de que presos condenados que cumplen prisión en diversos lugares de España han pedido el traslado a Cataluña.
Esto es una exigencia universal, todo el mundo tiene derecho a ello. La gente que vive bien y los desgraciados. También los presos"
Para Pujol, la idea de autogobierno que tienen en otras comunidades es radicalmente diferente a la de Cataluña, y por ello no entendieron que la Generalitat reclamara la competencia penitenciaria pese a ser "un traspaso envenenado, que no daba ni prestigio ni contrapartida, y que naturalmente se hizo rápidamente". Sin embargo, ha argumentado que la pidieron porque les correspondía por competencia estatutaria, pero también "por idea, concepto y proyecto de sociedad y de país".
Según el expresidente de la Generalitat, es necesario que la sociedad se comprometa en temas como el trato justo que debe recibir la ciudadanía en todos los ámbitos: "Esto es una exigencia universal, todo el mundo tiene derecho a ello. La gente que vive bien y los desgraciados. También los presos".
A su juicio, uno de los indicadores de la calidad humana y social de un territorio es el funcionamiento de sus prisiones, y considera que es necesario apuntarlo dada "la forma displicente con la que se ha criticado el interés de la Generalitat y del nacionalismo catalán por las competencias penitenciarias".
También ha opinado que el cierre de La Modelo, que tuvo lugar el 8 de junio, ha sido posible en parte por a construcción "de nuevas prisiones, y mejores" por parte de la Generalitat.