"Mañana no hay clase porque la Policía ha roto el colegio", "la Policía es mala, excepto los Mossos", y "han metido en la cárcel a gente de bien que son presos políticos". Estas son solo tres de las frases que, según alumnos pertenecientes a diversos colegios e institutos de Cataluña, pronunciaron sus profesores en el aula con el fin de explicar a los estudiantes su versión de los hechos acontecidos el pasado 1 de octubre, cuando se celebró el referéndum ilegal.
Están recogidas en el informe Instrumentalización nacionalista del sistema educativo en Cataluña: el caso del 1 de octubre, un trabajo de más de 300 páginas elaborado por la Asamblea por una Escuela Bilingüe y la Agrupación de Enseñanza de Sociedad Civil Catalana al que ha tenido acceso este diario y que ambas asociaciones pretenden enviar al Parlament -que continúa cerrado-, al Congreso de los Diputados, al Parlamento Europeo y también al Defensor del Pueblo.
Para los autores del estudio, las lecturas que los docentes hicieron del 1 de octubre, así como la jornada en sí misma, cuando las autoridades catalanas determinaron que los centros escolares eran el lugar adecuado para poner las urnas, son el mayor ejemplo de adoctrinamiento y el resultado de décadas de "instrumentalización del sistema educativo" por parte del nacionalismo.
Los nacionalismos priorizan unos fines colectivos (los suyos) en detrimento de la autonomía del individuo y de otras formas de entender la convivencia"
"Los nacionalismos priorizan unos fines colectivos (los suyos) en detrimento de la autonomía del individuo y de otras formas de entender la convivencia, hemos querido elaborar este informe para demostrar que la denominada escola catalana corrobora esta tesis. Otra cosa es que, obviamente, no todos los profesores suscribimos ni asumimos los objetivos que se han promovido durante décadas desde el Departamento de Enseñanza de la Generalitat", explican.
Además recogen "evidencias" de lo que consideran como una "actuación perfectamente coordinada" entre el Gobierno autonómico, los inspectores, los sindicatos, los directores, los profesores, las AMPAS y entidades sociales como Òmnium Cultural, Plataforma per la Llengua o Somescola "para alcanzar los objetivos del denominado Programa 2000", un documento que, según recuerdan, circulaba por las consejerías y por las altas esferas de CiU.
Se trata del trabajo que se filtró a la prensa en 1990 y que habría servido para trazar las estrategias que los nacionalistas trataban de introducir en los sectores sociales. Conscientes de la gravedad y magnitud
de las prácticas "irregulares y sectarias" que denuncian en su informe, los autores confían en que su trabajo constituya "un punto de inflexión, que abra el camino para revertir una política educativa que, de persistir, no hará más que contribuir a ahondar en la profunda crisis de convivencia que padecemos los catalanes".
División en la comunidad
En el otro extremo de esta crisis de convivencia se sitúan los sindicatos estudiantiles y docentes mayoritarios en Cataluña que, lejos de reconocer algún tipo de adoctrinamiento, defienden que el 1-O se produjo una represión del Estado y de la policía a quienes abogan por la independencia o, al menos, por el "derecho a decidir". Hoy, un año después de los hechos que acontecieron el pasado primero de octubre y de las diversas denuncias por adoctrinamiento, distintas asociaciones, así como las autoridades catalanas continúan defendiendo la liberación de "presos políticos" y llaman a la huelga.
Según ha podido saber este diario, el departamento de Enseñanza ha optado por mantener abiertas todas las escuelas de primaria y secundaria en su horario lectivo normal este 1 de octubre, cuando se celebra el primer aniversario del referéndum unilateral, pero no son pocas las direcciones de diversos centros escolares que de algún modo están tratando de fomentar la falta de asistencia a clase entre los alumnos enviando a las familias información sobre los derechos de los estudiantes junto a las autorizaciones pertinentes que deben mandar al centro para secundar que sus hijos, menores de edad, se sumen a las reinvidicaciones independentistas.
La división en la comunidad educativa es tal que Quim Torra ha decidido visitar este jueves el IES Palau de Sant Andreu de la Barca donde varios profesores señalaron a los hijos de agentes de la Guardia Civil que estudiaban en ese centro. La justicia ya ha abierto diligencias a tres de los profesores del centro que fueron denunciados por la Fiscalía -y que se suman a un cuarto ya investigado por otro juez-, por lo que decenas de vecinos y padres del alumnos pertenecientes al instituto decidieron esperar al presidente de la Generalitat en la puerta para abuchearle y recriminar su gestión.