El independentismo vuelve a sacar la pancarta de la venta de armas del Estado español a Arabia Saudí. "España multiplica la venta de armamento a los saudíes", se leía en una de las webs más radicales del secesionismo. El mismo eslogan que hace un año rezaban las pancartas contra el Rey en la manifestación tras el atentado. Jalean también en estos medios la minúscula presencia de unos cuantos republicanos durante la recepción ofrecida por los Reyes este viernes en Mallorca.
El anuncio de que Felipe VI estará presente en el acto de homenaje a las víctimas de las Ramblas y Cambrils ha provocado una reacción de disgusto y rechazo en el mundo separatista. "El Borbón del 155 no puede pisar tierra catalana", se lee en las redes, donde se rescata de nuevo el asunto de la venta de armas. Quim Torra, presidente de la Generalitat, presionó a Ada Colau para que no invite al jefe del Estado. No lo hizo. La alcaldesa de Barcelona, nuevamente, se puso de perfil y afirmó que 'no se invita a políticos ni a partidos, será un acto ciudadano', explicaron fuentes municipales.
Pese al regate de Colau, estarán junto al Rey los máximos representantes de las fuerzas democráticas. Pedro Sánchez, Pablo Casado y Albert Rivera tienen confirmada su presencia en el acto. Arroparán al Monarca en una jornada que se adivina complicada. El presidente del Gobierno, en su rueda de prensa de este viernes, afirmó que "todas las instituciones, empezando por el Jefe del Estado, vamos a estar allí" y pidió a los asistentes "respeto y solidaridad con las víctimas". Nada de eso hubo hace un año. La ANC y la CUP movilizaron a sus activistas para convertir una jornada de duelo en un akelarre contra España, contra la Monarquía y contra la Constitución. Una encerrona sin precedentes que produjo estupor en medio mundo. "Cataluña, lugar de paz", será el lema de la concentración en repudio del atentado y en solidaridad con las víctimas, 16 muertos y más de un centenar de heridos. Sin discursos, salvo un texto leído en los siete idiomas de los países de origen de las víctimas.
Hace un año, los separatistas, con Puigdemont a la cabeza, no recordaron a los muertos. Sólo se esgrimían pancartas de 'No a la islamofobia", "Mariano queremos paz", "Vuestra política, nuestros muertos". Remembranzas del 11-M. Antesala del 1-O. Ningún reproche a los asesinos yihadistas, sólo ataques al Gobierno del PP y a la Corona.
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"El magma del fascismo"
Quim Torra, espoleado desde Waterloo por el expresidente fugitivo, publicaba este sábado en varios medios separatistas un texto contra "el magma del fascismo" en el que señalaba a quienes retiran de las calles los lazos amarillos. Sin hacer mención de que los tribunales han recordado la neutralidad del espacio público, Torra "calentaba" la manifestación del próximo 17, a la que aún no ha confirmado su asistencia.
El presidente de la Generalitat anunció, semanas atrás en Tarragona, que 'rompía relaciones' con la Casa Real y que no estará presente en acto alguno al que comparezca el Rey. En el 'Govern' se estudia incluso que Torra organice su propio acto de las Ramblas, un 'homenaje paralelo'. Nada hay confirmado. Los CDR, comités de agitación callejera, y otros grupúsculos independentistas perturban los preparativos del duelo con invocaciones contra 'el Borbón del 155', ataques a Sánchez por resucitar los viejos tiempos de Rajoy e invocaciones a mostrar el rechazo al Estado y a sus representantes.
En el PSC se mueven discretamente algunas piezas con políticos secesionistas para evitar episodios de violencia y tensión como los registrados el pasado año. Ya no está Rajoy, "pero sigue el mismo Rey, el del discurso del odio a Cataluña, y los jueces fascistas", se lee en internet.