La aprobación del Cupo vasco ha desatado una 'ola de indignación' más allá de las fronteras entre el PSOE y el PP. Los socialistas Ximo Puig, de Valencia, Susana Díaz de Andalucía y Javier Fernández de Asturias fueron solo los primeros en manifestarse contra los "privilegios" de Euskadi y arremeter contra la aprobación del Cupo que hoy también ha criticado el presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras.
"Es rotundamente injusto", ha asegurado este viernes el líder popular, aseverando que el Cupo "fomenta la desigualdad y la discriminación" entre comunidades autónomas, y genera "desigualdades entre españoles". "Es un elemento perfectamente legal, que se recoge en la Constitución, pero de la misma manera que es rotundamente legal, es rotundamente injusto", ha insistido el líder murciano.
Sin rechazar la aprobación del Cupo por ser un "precepto constitucional", el también popular presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Feijóo (PP), ha dejado entrever su malestar al reclamar al Ejecutivo central que informe con "claridad" sobre cómo ha hecho las cuentas con la comunidad vasca.
Una línea que había seguido ayer el Gobierno de Castilla y León, en manos de los populares. La consejera de Hacienda pedía que el cálculo del Cupo sea más transparente, incidiendo en que la Constitución "no dice cómo se tiene que calcular el cupo" y dejando además un recado al Gobierno presidido por su compañero de partido, Mariano Rajoy: "Cuando se quiere se corre mucho".
La síntesis del sentir de los autonomías fuera de Euskadi parece haberla hecho el presidente socialista de Aragón, Javier Lambán, quien ha afirmado este viernes que la aprobación del Cupo "es difícilmente explicable en términos democráticos". "No no has gustado a nadie esta aprobación", ha zanjado Lambán, achacándole una profundización de "la desigualdad entre el País vasco y el resto de los españoles".