El exmiembro del Bundestag alemán Bernhard Von Grünberg fue uno de los expertos internacionales acogidos por el Diplocat para que estuviera presente en Cataluña por el 1-O. El exdiputado ha admitido no saber diferenciar entre un policía y un guardia civil y ha confundido la cartera del exministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. También ha destacado su papel como miembro de la agencia para los refugiados de la ONU si bien ha dejado claro que su especialidad es el urbanismo y ejerce de presidente de una asociación de arrendatarios.
El presidente del Tribunal, Manuel Marchena, le ha pedido que explique qué quiere decir con su papel de presidente de una asociación de arrendatarios. “En mi ciudad hay 20.000 viviendas en régimen de arrendamiento y nuestra asociación presta asesoramiento a estos arrendadores en política de urbanismo y de vivienda. Siempre ha sido un deseo mío contribuir al apoyo a los arrendadores”, ha explicado al tiempo que ha manifestado su preocupación por la situación del arrendamiento en España.
El Tribunal Supremo debate si estas autoridades acudieron en calidad de observadores internacionales pagadas por el procés o si eran meros visitantes. Von Grünberg ha dicho él que se pagó sus gastos, que es “neutral” y que vino a título personal. Pero ha reconocido que el día del referéndum fueron acompañados y asesorados por una persona del Diplocat, que les había invitado. Cuando el abogado de Vox le ha preguntado quién era esa persona, ha dicho que a sus 73 años le falla la memoria.
Contactos con los acusados
Antes de comenzar su declaración -asistido por un traductor- ha dicho conocer a algunos de los acusados. Luego ha abundado en que conoció a la acusada Carme Forcadell cuando ya era presidenta del Parlament, que ha habido muchos encuentros con ella antes y después del referéndum y ha añadido que se sintió “conmovido” por sus tareas. También que antes del 1-O se reunión con el exconseller Raül Romeva y que conoce tanto al expresidente Carles Puigdemont como a sus antecesores (ha citado incluso a Jordi Pujol). Según ha dicho, su relación con España se remonta a los años setenta.
“Lo que me lleva actualmente a estar aquí es que en los años 70 he sido conocido y amigo personal de diputados que colaboraron en el proceso de democratización en España y me siento comprometido con este legado de apoyar el proceso de democratización de España”, ha declarado sobre la Transición.
Este testigo fue propuesto por las defensas del exvicepresidente catalán Oriol Junqueras y el líder de Òmnium, Jordi Cuixart. Preguntado acerca de lo que vio el 1-O ha recordado cómo los policías “rompieron las puertas, previamente saltaron las vallas y empezaron a desplazar la gente que estaba allí”. También ha dicho ser testigo de heridos por el lanzamiento de pelotas de goma que fueron trasladados en ambulancias a centros hospitalarios.
“Me quedé muy sorprendido por la tranquilidad y contención por los allí presentes tras la fuerte impresión tras el destrozo de ventanas y puertas. No percibí una actitud violenta y agresiva, sino una admirable situación de tranquilidad o contención”, ha añadido este exdiputado, quien ha aludido a la “intimidación” que ejercían los agentes. El abogado de Junqueras, Andreu Van den Eynde, que habla alemán, ha corregido al traductor para que apuntar que no había dicho intimidación, sino miedo.
Sin embargo, unos minutos antes, el propio testigo ha admitido que no sabe distinguir entre un policía y un guardia civil. “No conozco la nomenclatura de colores de los uniformes”, ha reconocido. El declarante fue diputado por el partido socialdemócrata alemán SPD en la región de Bonn. Ha dicho haber mantenido contactos con el PSC y tener amigos en el PSOE con los que mantuvo "conversaciones para tratar de promover iniciativas de diálogo". También en Alemania porque "es un tema que suscita gran interés político".