La relación entre Zarzuela y Moncloa hace meses que no pasa por su mejor momento. Desde la aprobación de la amnistía, que enmendaba el discurso del Rey del 3 de octubre de 2017, que la tensión entre la jefatura del Estado y la presidencia del Gobierno ha ido in crescendo. Las caras del monarca durante la toma de posesión de Pedro Sánchez, tras ser investido presidente por tercera vez, eran un buen indicativo. Pero la tragedia de la DANA, por la negativa de Moncloa a permitir la visita de Felipe VI al inicio de la crisis, como había pedido, y la posterior huida del presidente durante los incidentes en Paiporta, han acabado de tensar las costuras de una relación que en los últimos años es complicada.
Aunque la cosa viene de lejos, por cuestiones, por ejemplo, como dejar solo a Felipe VI en la toma de posesión de algunos líderes latinoamericanos, lo ocurrido el pasado fin de semana ha acabado de cortocircuitar la confianza entre ambos gabinetes. La llegada de Camilo Villarino como jefe de la Casa del Rey, el pasado mes de febrero, provocó un cambio en las relaciones entre ambas instituciones. Uno de los temores que tenía Moncloa con su fichaje, tras haber sido el jefe de gabinete del Alto Representante de la Unión Europea, Josep Borrell, se ha cumplido. A diferencia de su antecesor, Jaime Alfonsín, Villarino ha querido imprimir una impronta más personal en la dirección de la Casa de Su Majestad el Rey. Plantando cara en algunas cuestiones frente a la opinión de Moncloa.
En Zarzuela, tal como reveló este periódico el pasado lunes, no gustó que no se informase de los riesgos reales que había en Paiporta por el enfado de la ciudadanía. Algunos de los afectados les afearon a los Reyes haber tardado cinco días en viajar a Valencia. La idea de los monarcas, y así se lo transmitió el Rey al presidente en la primera conversación que mantuvieron el mismo martes, cuando se producían los primeros estragos, era haber visitado el día siguiente, el miércoles, las zonas afectadas. Pero Moncloa consideró que “no era una buena opción”.
Finalmente, tras la insistencia del Rey, con el que se reunió Sánchez en un despacho extraordinario en el Palacio de la Zarzuela, el Gobierno accedió a organizar la visita para el domingo. Se acordó que el jefe del Ejecutivo, así como el presidente valenciano, se unirían a la comitiva real. Tras unos minutos de paseo por la localidad de Paiporta, la más afectada por las inundaciones, y tras el lanzamiento de varios objetos por parte de los vecinos indignados por la dejadez de las administraciones, los escoltas de Sánchez le evacuaron a él, dejando solos a los Reyes y Carlos Mazón.
Además de la visita a Paiporta, ese mismo día, Felipe VI y Letizia tenían previsto visitar la localidad de Chiva. La cancelación del programa en esta población, cuestión que se decidió básicamente por parte de la Delegación del Gobierno en la Comunidad Valenciana, no gustó nada al Rey. El jefe del Estado, que se quedó en Paiporta pese a los incidentes, aguantando el chaparrón por parte de los afectados, quería mantener su compromiso de acudir a Chiva. “En los próximos días”, según fuentes de Zarzuela, acudirán a la localidad.
La Guardia Real en Valencia
Buena muestra de esa latente tensión es el trato desigual que el Gobierno dio a la Guardia Real respecto al resto de Ejército durante los trabajos de rescate y recuperación en Valencia. Moncloa, a través de los canales de comunicación que la Secretaria de Estado de Comunicación mantiene abiertos con los periodistas, remitió fotografías y vídeos de todos las diferentes unidades de las Fuerzas Armadas que se desplazaron hasta la zona cero para ayudar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. De todas menos de la Guardia Real y el Servicio de Seguridad del Rey.
Aunque ambas unidades al servicio del Rey están desplegadas en Valencia desde el pasado jueves, en la mañana siguiente a la catástrofe, el Gobierno no difundió en ningún momento imágenes del desempeño de su labor en la Comunidad Valenciana. Tuvo que ser la Casa del Rey, este miércoles por la tarde, quienes difundieran a través de sus propios canales del material gráfico del contingente de 195 guardias reales, hombres y mujeres, y los 48 agentes del servicio de seguridad del Rey, que están ayudando a los afectados por la DANA.