La investidura de Javier Lambán en Aragón se complica. El veto del PAR (Partido Aragonés) a Podemos. Y la insistencia de la formación morada en entrar al Consejo de Gobierno si también lo hace Chunta Aragonesista (CHA) ha encallado las negociaciones. La comunidad se asoma a una repetición electoral.
El barón del PSOE ha ofrecido tanto a Podemos como a CHA cargos intermedios en el futuro Ejecutivo pero no consejerías, según ha sabido Vozpópuli. Es un movimiento similar al que intenta el presidente Pedro Sánchez con Podemos en el Congreso. Lambán trata, por un lado, de conservar el apoyo del PAR, al que necesita si quiere repetir mandato en la Diputación General de Aragón (DGA). Y, por otro, no perder a sus socios de izquierdas.
Para terminar de complicar el escenario, Podemos ha dejado entrever a Lambán en sus reuniones que consultará a sus bases cualquier acuerdo. La decisión comprime el calendario y genera incertidumbre. Podemos y PAR son antagónicos y está por ver si los inscritos de Podemos aceptarán un Gobierno de Lambán con la formación regionalista, que es de centro derecha y, por ejemplo, estuvo en la manifestación de Colón en febrero.
Límite 20 de agosto
El Estatuto obliga a proponer un candidato a la investidura la próxima semana. Y el 20 de agosto es la fecha límite para la elección de un nuevo presidente. Si no lo hay, Aragón volverá a las urnas.
Lambán ha pedido este jueves "responsabilidad" a todos los partidos ante la oportunidad de formar "un gobierno moderado, centrado, pero a la vez capaz de desarrollar políticas progresistas". Pero la ecuación que intenta el actual presidente aragonés es compleja.
El PSOE (24 diputados) tiene un acuerdo cerrado con el PAR (3 diputados), cuya presencia en el futuro Gobierno está garantizada. Lambán necesita ahora el apoyo de Podemos, CHA e IU para alcanzar la mayoría absoluta. Y aquí empiezan los problemas. IU, con un diputado, no ha pedido cargos y parece que el acuerdo está más cerca. Pero CHA (3 escaños) y Podemos (5 diputados) quieren entrar en el Ejecutivo.
Y eso es una línea roja para el PAR. El partido regionalista ha dicho que romperá el pacto si hay consejeros de Podemos. Su líder Arturo Aliaga no ha puesto un veto específico a la CHA, pero prefiere un Gobierno de coalición PSOE-PAR. "A la CHA podrían aceptarla y venderlo como un Gobierno aragonesista", dicen fuentes conocedoras de las negociaciones.
CHA, que gobernó dos consejerías con el PSOE la pasada legislatura, quiere repetir. Y Podemos dice que si CHA entra, ellos también. Ante esa tesitura, Lambán confía en que la oferta de los puestos de responsabilidad intermedios satisfaga a las dos partes. La respuesta de las dos formaciones de izquierda es un incógnita. Y la consulta a las bases de Podemos, dependiendo de cómo se plantee la pregunta, añade mucha incertidumbre.
PP y Ciudadanos, a la espera
Fuentes del PSOE han reconocido que la situación es endiablada, pero confían en dar un empujón al acuerdo en los próximos días. "Están negociando. Irá bien", dicen desde el entorno de Lambán. El PSOE agita el fantasma de la derecha si el pacto no sale adelante.
Si Podemos y CHA no aceptan, el PAR podría mirar a PP, Ciudadanos y Vox. Los cuatro suman la mayoría absoluta. Y la noche electoral del 26-M ese acuerdo se daba por supuesto. PP y Ciudadanos iniciaron la negociación de un acuerdo de Gobierno poco después de las elecciones. La negativa del PAR a sumarse lo frenó en seco. Pero podrían retomar el diálogo en cualquier momento.
