El exministro de Exteriores con el PP, José Manuel García Margallo, considera ambigua la conversación del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con el presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, en la que le señala la convocatoria electoral como la mejor "solución" para el conflicto de atribuciones abierto tras la proclamación de Guaidó como presidente.
¿Cómo valora la reacción del Gobierno español a la situación que se está viviendo en Venezuela?
Me parece extraordinariamente ambigua. He visto el texto de la conversación del Presidente con el de la Asamblea Nacional y no logro descifrar el mensaje. La idea de que esto se resuelve con elecciones generales es solemnizar lo obvio. El problema es quién convoca esas elecciones. Es decir, ¿es una exhortación a Maduro a que convoque las elecciones o es la promesa de que va a haber un reconocimiento inmediato del presidente de la Asamblea como presidente de la república y una convocatoria de elecciones en el plazo de treinta días como marca la Constitución bolivariana? La pregunta es muy simple: ¿Usted a quién reconoce en este momento como titular de la Presidencia de la República y por tanto la persona llamada a convocar las elecciones? ¿A Maduro o Guaidó? Lo demás es literatura...
¿Cree que España debería liderar la posición europea?
Necesariamente. Una vez que se reconoce a Guadió, debería coger un avión, irse a Bruselas y pedir que se reconozca a este señor como presidente de la República. España tiene dos áreas en la Unión Europea en que su voz es la voz protagonista: el norte de África, fundamentalmente Marruecos; y Latinoamérica. Cada vez que se trata una cuestión en cualquiera de estas dos áreas los ministros de Exteriores o los presidentes se vuelven a España para preguntar qué opina. Y cuando se habla de otros países, uno se dirige a otros interlocutores. Cuando se habla de Rusia, los países Bálticos, Hungría, República Checa… es evidente que tienen algo más que decir; un valor añadido que aportar. Y, en este caso, si España no lidera en las cuestiones latinoamericanas, cae en la irrelevancia en la Unión Europea.
¿A qué cree que se debe esta prudencia mostrada por el Ejecutivo?
Sánchez se moja muy poco. Además, ha tenido y tiene el apoyo de (José Luis Rodríguez) Zapatero. Y Zapatero tiene una postura de sobra conocida respecto a Venezuela. Desde hace mucho tiempo somos muchos los que hemos dicho a Zapatero que la llamada labor de mediación que venía desarrollando no servía nada más que para darle oxígeno al régimen de Maduro y que tenía que abandonar esa postura.
Desde Unidos Podemos y otras fuerzas de izquierdas hablan de un golpe de Estado.
No, no, vamos a ver. La Constitución Bolivariana es extraordinariamente clara en el artículo 232 y en el 233. Dice que cuando el Presidente de la República incumple las obligaciones que la Constitución le señala y una de esas obligaciones es garantizar los derechos y las obligaciones de los venezolanos, pues se produce un vacío de poder; se produce una ilegitimidad del presidente de la república. Y ante ese vacío de poder, la propia Constitución –por eso no hablamos de un golpe de Estado- dice que el presidente de la Asamblea Nacional asume para convocar elecciones en el plazo de treinta días. Luego estamos en el cumplimiento estricto de la propia legalidad bolivariana.
¿Qué cree que puede pasar en los próximos días en Venezuela? Parece que la cúpula militar se ha pronunciado en favor de Maduro.
Pues ahí puede pasar cualquier cosa. Es obvio que la cúpula militar es en esencia el guardián y el sostén del chavismo. Podría ser incluso que Diosdado Cabello sustituyese a Maduro si encuentra que Maduro es excesivamente blando; es la hipótesis que me parece más verosímil. La segunda hipótesis es que la cúpula militar y Maduro se atrincheren en sus posiciones actuales y la situación no haga más que empeorar. Y, la tercera, que es la deseable, es que el Presidente de la Asamblea Nacional fuese considerado como presidente legítimo y que convocase unas elecciones en treinta días. Y para que fueran libres y justas, debían ser muy arropadas por la comunidad internacional. La Unión Europea tendría que tener una misión de observación como ha tenido en muchos procesos electorales en muchos países. Todo para garantizar la neutralidad del proceso.
En clave interna, ¿le gusta la reacción de Pablo Casado ayer en la Puerta del Sol y la posición que está fijando en las últimas horas?
Pues honradamente, no la vi. Pero espero que coincida con la mía. Casado ha estado desde siempre al lado de las libertades y de los derechos fundamentales en Venezuela. Y ha sido inequívoco en su apoyo a la oposición bolivariana. Yo mismo estuve sentado en la Convención al lado de Leopoldo López. Y el presidente de la Asamblea Nacional es miembro de Voluntad Popular y por lo tanto de lo que se denominó la Mesa de Unidad Democrática.