La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha asegurado este lunes ante la Comisión del ramo en el Senado que todos los contratos de su Departamento se encuentran actualmente "paralizados o en fase de estudio". Así lo ha puesto de manifiesto apenas tres días después de que el Gobierno dejase en el aire la suspensión de la venta de 400 bombas de precisión láser del Ejército español a Arabia Saudí que había anunciado el ministerio.
La titular de Defensa ya aseguró este fin de semana que las cosas se habían "sacado de quicio" y, minutos antes de su intervención ha asegurado además que no le consta "ninguna rectificación" por parte del Ejecutivo de Pedro Sánchez. "La obligación de cualquier Gobierno cuando llega es conocer, paralizar y estudiar todos los proyectos, programas y contratos que están en marcha para hacer una valoración de sus prioridades", se ha reafirmado.
Moncloa dejó este viernes la decisión de Defensa en una mera "declaración de intenciones" y remitió la decisión final sobre el armamento a una comisión interministerial. Lo hizo después del gran revuelo causado entre los trabajadores de Navantia, ante una hipotética cancelación del contrato de construcción de cinco corbetas en los astilleros de Cádiz. Hasta el comité de empresa de la firma pública llegaron informaciones sobre el malestar causado en la diplomacia saudí por la decisión de Robles.
"Este Gobierno no tiene ninguna constancia, mas allá de alguna maledicencia, de que ningún contrato que se vaya a hacer en Navantia de San Fernando vaya vinculado a ningún otro contrato firmado con Arabia Saudí", ha expuesto ante los senadores. Precisamente, Robles ha tachado de "irresponsables" a aquellos que han aprovechado estos días para "introducir el miedo en el cuerpo a los trabajadores de Navantia de que este Gobierno les iba a dejar abandonados".
Fuentes oficiales del Ministerio aseguraron el pasado martes que se habían iniciado ya los trámites para paralizar la venta de las bombas e, incluso, llegaron a explicar que se devolverían los 9,2 millones de euros pagados por Arabia a cambio de este material. Robles se ha referido a esta "ínfima" cuantía y ha asegurado que "todos los demás (contratos) están en trámite de estudio, paralizados o como quieran llamarlo".
"Las discrepancias que pueda haber se estudiarán con el país que se ha firmado y se hará en el marco de un convenio que hay con Arabia Saudí, que prevé expresamente que en supuestos, se resolverá de manera amistosa", ha concluido.