El Gobierno sigue sin aplicar a las autonomías la mejora de cientos de millones pactada con el PSOE -aumento del déficit público del 0,5% del PIB al 0,6% en 2017- con el argumento de que el presupuesto todavía no ha sido aprobado. Unas cuentas públicas que serán ratificadas definitivamente por el Congreso y publicadas en el Boletín Oficial del Estado (BOE) durante la última semana de junio... solapándose de lleno con la aprobación del objetivo de déficit para los presupuestos 2018.
Esta situación afecta de lleno a las comunidades autónomas que ayer vieron como la Comisión Delegada de Asuntos Económicos del Gobierno aprobaba una nueva asignación de 6.484,25 millones de euros al Fondo de Financiación en el tercer trimestre de 2017 -5.801,72 para las adheridas al Fondo de Liquidez (FLA), y los 682,53 restantes para autonomías adheridas a la Facilidad Financiera-.
En el PSOE son muchos los que creen que a Mariano Rajoy le viene bien seguir un mes más con esa "asfixia" financiera para que sus barones presionen a Pedro Sánchez a fin de que se sume a esa negociación del nuevo objetivo de déficit; ronda que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ya ha puesto en marcha con PNV, Ciudadanos, Coalición Canaria y Nueva Canarias, todavía no con el PSOE. Del principal partido de la oposición espera su abstención como mínimo.
Si hubiera ganado las primarias Susana Díaz, en clara sintonía con la estrategia de la gestora de Javier Fernández -tras la abstención en la investidura, impuso el apoyo del Grupo Socialista al 'techo de gasto' 2017-, Rajoy tendría asegurado otro "sí" del PSOE, pero el triunfo de Sánchez puede dar un giro a los acontecimientos. Oficialmente no ha habido contactos, aunque el dialogo con los barones socialistas no ha dejado en ningún momento de ser "fluido", según fuentes del Ejecutivo.
"Cada cosa a su tiempo", dice el entorno de Sánchez respecto a la prisa del Gobierno con la negociación del objetivo de déficit 2018
No obstante, el secretario general electo cree que ya se ha demostrado que el PP tiene una mayoría alternativa con C's, PNV, Coalición Canaria y Nueva Canaria; y, además de no interesarle nada ir de la mano con Rajoy en esta nueva etapa, lo cierto es que hasta el 18 de junio va a estar volcado en la organización del 39 Congreso del PSOE. "Cada cosa a su tiempo", señalan a Vozpópuli en su entorno.
Y los populares, por su parte, barruntan que ni siquiera se va a plantear la abstención en el objetivo 2018, y que podría extender esa oposición a otros asuntos de Estado como la negociación del nuevo sistema de financiación autonómica. Es ahí donde esperan el Gobierno y el PP meter cuña ofreciendo mejoras a las autonomías socialistas que no puedan rechazar.
El secretario de Estado para las Administraciones Territoriales, Roberto Bermúdez de Castro, dijo ayer durante su comparecencia en el Senado para hablar de la tramitación presupuestaria, que confia en que el "nuevo PSOE", de Sánchez "ayude y reme" para cerrar el nuevo modelo de financiación autonómica.
En ambos asuntos, los presidentes de comunidades socialistas: Susana Díaz, Javier Fernández, Guillermo Fernández Vara, Emiliano García-Page, Javier Lambán, Ximo Puig, alineados todos con la andaluza en las pasadas primarias, están en la idea de alcanzar acuerdos con el Gobierno de Rajoy por el bien de sus territorios en esta época de ciclo expansivo presupuestario. Y todos ellos están decididos a defender los intereses de sus comunidades en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, "diga lo que diga Ferraz".
Francina Armengol, muy afín a Sánchez, también será favorable pues Baleares será una de las grandes beneficiadas con el nuevo sistema de financiación autonómica, pero no está claro que hará el nuevo líder socialista, embarcado en una estrategia de oposición dura al PP.