"Reflexionar sobre el papel de la acusación popular". Ya lo ha advertido la ministra de Justicia, Dolores Delgado, la semana pasada; y este lunes ha insistido en ello el titular de Interior, Fernando Grande-Marlaska. Ambos han admitido que la figura "ha tenido momentos importantes", pero consideran que ahora es necesario "reformar la norma" para que "ningún partido con intereses partidistas y políticos se presente a un juicio que pueda utilizarlo como altavoz". Desde el partido, sin embargo, parecen no coincidir con el criterio de los ministros y han decidido presentar como acusación popular en una de las piezas del 'caso Villarejo'.
No es la primera vez que los socialistas se personan en una investigación. Ya lo habían hecho antes en casos como 'Lezo', 'Gürtel' y en la causa de espionaje político de Madrid durante la gestión de Esperanza Aguirre. Sin embargo, la figura ejercida por Vox en el juicio a los líderes del procés ha suscitado críticas en los despachos de Interior y Justicia, donde se invita a modificar la acusación popular "para evitar que, bajo intereses públicos, se escondan realmente intereses particulares".
Kitchen
Ahora, el PSOE ejercerá de acusación popular para escudriñar el espionaje político vinculado a la exsecretaria del PP María Dolores de Cospedal. En concreto, será una de las partes en Kitchen, pieza separada del caso Tándem en la que se investiga el presunto uso irregular de fondos reservados para sustraer documentación comprometedora al entonces tesorero del PP Luis Bárcenas.
El PSOE ejercerá de acusación popular para escudriñar el espionaje político vinculado a la exsecretaria del PP María Dolores de Cospedal
De momento, figuran entre los investigados el comisario de la Policía Nacional Andrés Gómez Gordo, antiguo cargo de responsabilidad de Cospedal en el Gobierno de Castilla-La Mancha; el que fuera director adjunto operativo del Cuerpo Eugenio Pino -bajo el mandado de Jorge Fernández Díaz-; el ex alto mando Enrique García Castaño, conocido como El Gordo y considerado por el juez que lleva la investigación como parte de la organización criminal del comisario jubilado José Manuel Villarejo; y el que fuera chófer de Bárcenas Sergio Ríos.