Diversas asociaciones de médicos y de pacientes, así como Gobiernos autonómicos, incluidos socialistas, han respaldado las donaciones de la Fundación Amancio Ortega para la renovación de los equipos de diagnóstico y tratamiento del cáncer en los hospitales públicos españoles.
El apoyo llega horas después de que varios dirigentes de Podemos, en plena campaña electoral, resuciten el debate e insten a las instituciones a rechazar las "limosnas de multimillonarios" al sistema de sanidad público en referencia a las donaciones procedentes de la fortuna del dueño de Inditex.
La Sanidad tiene un déficit presupuestario. No hacemos ascos a ninguna fuente de ingresos porque se trata de la vida de los pacientes"
La Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) es una de ellas. "La Sanidad tiene un déficit presupuestario y, aunque lo ideal es que el presupuesto fuese público, no hacemos ascos a ninguna fuente de ingresos porque se trata de la vida de los pacientes", afirman desde la confederación.
"Cuantas más donaciones, mejor", consideran. "Da igual que el dinero venga del empresario Amancio Ortega o de cualquier otro empresario o ciudadano que quiera colaborar", zanjan.
En la misma línea, la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) apoya estas donaciones "y cualquier otro tipo de colaboración" siempre y cuando estén sujetas al principio de "transparencia" y sirvan para contribuir a "la sostenibilidad y equidad de un Sistema Nacional de Salud universal". "A un paciente con cáncer no le importa de dónde vienen las máquinas", aseguran a este diario.
Origen de las bombas de cobalto
Recuerdan que la AECC fue la encargada de aportar al sistema de salud las primeras bombas de cobalto cuando el país no gozaba de las infraestructuras necesarias para los tratamientos de radioterapia. Era 1953 y el empresario catalán José Biosca Torres, compró las primeras doce bombas de cobalto, procurando no duplicar los servicios de la propia Administración con la que colaboraba, pero sí, intentando llenar aquellos vacíos para los que faltaban los recursos necesarios.
Después se inauguraron los primeros programas de detección precoz del cáncer ginecológico y los centros de diagnóstico del cáncer de mama, a los que se dotó de los mamógrafos necesarios para la detección precoz. "Estas colaboraciones deben implicar continuidad, es decir, hay que ser capaz de mantener los equipos porque no basta solo con donar las máquinas", explican desde la AECC.
"Hay qué saber qué se necesita, dónde se necesita y los motivos por los que se necesita. No sirve de nada disponer del último tratamiento en radioterapia si, por ejemplo, no tienes a los profesionales que sepan llevarlo a cabo", añaden.
Respaldo socialista a Ortega
El modus operandi de la Fundación Amancio Ortega es ponerse en contacto con las comunidades autónomas y ofrecerles ayuda con en función de los planes oncológicos y las necesidades planteadas por los jefes de servicio. Así se hizo en la Comunidad Valenciana, gobernada por el socialista Ximo Puig.
"No es incompatible pagar impuestos con tener responsabilidad social. El Gobierno de la Generalitat ha tenido un convenio con la Fundación Amancio Ortega y si se puede ampliar en un futuro, desde luego mi posición será favorable a esta y otras acciones de responsabilidad social que tienen lugar en esta comunidad, que son muy positivas, de empresarios valencianos que pagan sus impuestos y tienen en sus beneficios una mirada de responsabilidad social corporativa", ha defendido Puig tras las críticas de Podemos a ese modelo.
Según Isabel Serra, la candidata de Podemos a la alcaldía de Madrid que ha resucitado el debate en torno a las donaciones a la sanidad pública, "si abrimos la puerta a que millonarios elijan donde invierten en los servicios públicos se pueden generar desigualdades graves".
El secretario general de la formación morada, Pablo Iglesias, ha refrendado las declaraciones de Serra, asegurando que "una democracia digna no acepta limosnas de multimillonarios" y recalcando que España necesita que los ricos paguen impuestos que se traducen en hospitales en lugar de donaciones. "Que se entere el señor Amancio Ortega", enfatiza Iglesias en mítines y redes sociales.
La ministra de Hacienda en funciones, María Jesús Montero, que además es médico, ha discrepado de Podemos asegurando que "no es incompatible" una fiscalidad justa con que "una empresa pueda dedicar revertir parte de sus beneficios y sus donaciones a servicios que son para todos los ciudadanos". Desde Ciudadanos y el PP también han cargado contra Podemos por, en palabras de Albert Rivera, "sectarismo ideológico".
Los sanitarios "progresistas"
Los argumentos de Podemos con respecto a las donaciones de la fundación del dueño de Zara, entre otras firmas, sí coinciden con los de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública, un ente que engloba a asociaciones de "sanitarios progresistas" repartidas por todo el país y que se autodefine como "apartidista pero no neutral".
"¿Por qué el propietario de una multinacional realiza una donación tan altruista, cuando su empresa basa gran parte de su éxito en la explotación de trabajadores de países pobres, en maniobras fiscales para eludir impuestos y en cotizar en paraísos fiscales, para no pagar lo que debe en España?", pregunta la federación en un manifiesto.
A continuación expone que lo hace para "mejorar la imagen corporativa de Inditex; incrementar aún más las deducciones fiscales; condicionar la Planificación y las estrategias del Sistema Sanitario; penetrar el Sistema Sanitario Público y avanzar en la estrategia neoliberal de utilización intensiva de recursos tecnológicos".
Con el lema "Sí se puede... Juntos Podemos", esta federación pide a su vez donaciones a los ciudadanos para sostenerse y poder defender y luchar por un sistema sanitario público y de calidad. "Te pedimos que nos ayudes económicamente porque la defensa de la Sanidad Pública necesita medios que cuestan dinero y porque cualquier aportación, por pequeña que sea, puede favorecer una causa que es de todos", explican.