Veinte años después de su secuestro y asesinato por parte la banda terrorista ETA, la memoria del joven concejal del PP Miguel Ángel Blanco se está viendo empañada por la polémica política.
La decisión del Ayuntamiento de Madrid de no colgar una pancarta en la fachada del Palacio de Cibeles para rendir homenaje no ha sentado bien en ciertos sectores. "Supondría destacar a una víctima sobre todas las demás", justifican desde el Consistorio. "Lo importante es que haya un consenso por parte de las asociaciones con las que nos reunimos y a las que tenemos mucho respeto", ha asegurado la alcaldesa Manuela Carmena esta misma mañana.
Sin embargo, a preguntas de este diario, las dos grandes asociaciones (Covite y AVT) rechazan pronunciarse sobre la postura adoptada por el Ayuntamiento de la capital. Desde la primera, explican que "lo grave es que no se esté poniendo el foco en que los herederos de Batasuna, el brazo político de ETA, esté dentro de las instituciones". Desde la segunda eluden participar en la polémica.
Por su parte, fuentes de la Fundación Fernando Buesa, socialista vasco asesinado por la banda terrorista en el año 2000, aseguran que el homenaje "es merecido". "Recordando a Miguel Ángel Blanco se recuerda a todas las víctimas, por lo que aquello significó", señalan.
Después de conocerse la respuesta del Ayuntamiento de Madrid a la solicitud de Movimiento contra la Intolerancia, Carmena ha llamado a sumarse a una declaración conjunta sobre los 20 años del asesinato del concejal. Su equipo de Gobierno, dice, "está encantado de hacer cualquier declaración en el sentido de sumarse a la repulsa y a la vez valorar lo que significó en la reacción ciudadana".
El Partido Popular, por su parte, ha organizado un acto de homenaje en la sede de Génova 13, donde ha estado el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy y varios miembros de la dirección nacional, así como el presidente de Nuevas Generaciones del PP, Diego Gago.
