Los ministros de Unidas Podemos acumulan dos meses sin comparecer en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. El último representante morado en salir ante los medios de comunicación fue el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, el 7 de julio. Desde entonces se han celebrado otros siete consejos de ministros. En dos de ellos, los del 4 y el 25 de agosto, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, es quien ha respondido a los periodistas.
Fuentes de Podemos restan importancia a esta ausencia prolongada. Recuerdan que los ministros están encima de la gestión en sus respectivas carteras. Y que rinden cuentas en otro tipo de formatos y convocatorias regularmente. Pero entre los ministros del PSOE hay quien piensa que Iglesias se "borra" deliberadamente para llevar la guerra a otros terrenos.
La ausencia de ministros morados ha coincidido además con la investigación que afecta al partido por presuntos delitos de corrupción. Y es la parte socialista del Gobierno quien ha tenido que responder muchos martes sobre la imputación de Podemos.
Iglesias, en los márgenes
Las entrevistas y declaraciones de Iglesias en los márgenes del Consejo de Ministros son las que más molestan al PSOE. Los equilibrios por el control del mensaje entre socialistas y morados han provocado numerosos choques fundamentalmente entre el vicepresidente segundo y sus compañeras vicepresidentas, Carmen Calvo y Nadia Calviño. En la aprobación del Ingreso Mínimo Vital, por ejemplo, se negociaron al dedillo las intervenciones de Iglesias y el ministro de Inclusión Social, José Luis Escrivá.
Sánchez no ha entrado nunca al cuerpo a cuerpo con Iglesias, al menos en público. Los dos juntos, por primera vez desde la formación del Gobierno, presentarán el borrador de Presupuestos en una rueda de prensa. Fue uno de los compromisos que el líder de Podemos arrancó al presidente por esa negociación con Ciudadanos que a Iglesias no le convence.
La principal damnificada de esta estrategia es María Jesús Montero. La portavoz del Gobierno se enfrenta cada semana a varias preguntas sobre las supuestas contradicciones en el seno de la coalición. Montero ha tenido que aclarar en las últimas semanas el supuesto rifirrafe en la negociación presupuestaria o el choque por las bajas remuneradas para padres de niños en cuarentena.
La portavoz ha tenido que despejar este martes la polémica sobre el encontronazo entre presidente y vicepresidente por la salida del rey emérito. Iglesias ha desvelado la discusión en la Cadena Ser. Lo mismo ha ocurrido con los Presupuestos. En su papel de ministra de Hacienda, Montero se ve obligada a matizar casi a diario al vicepresidente, que reniega de Inés Arrimadas. El desgaste de estos continuos rifirrafes ha llevado a La Moncloa a plantearse reemplazar a Montero de la portavocía -no de Hacienda- para darle un poco de aire.
Castells y Garzón, los desaparecidos
La oposición ha sido especialmente crítica con la escasa visibilidad de los ministros de Podemos. El caso más sonado ha sido el del ministro de Universidades, Manuel Castells, al que se acusa de inacción en los planes para el regreso a las aulas de miles de estudiantes.
Algo parecido ocurre con el ministro de Consumo y líder de IU, Alberto Garzón. Algunos partidos señalan a Garzón por estar ausente antes y durante la pandemia.
Los ministros más mediáticos de Podemos son, además de Iglesias, la titular de Empleo, Yolanda Díaz; y la de Igualdad, Irene Montero. Los cuatro ministros de Podemos dependen de la vicepresidencia de Iglesias.
