Dermatología y Cirugía Plástica han sido las primeras especialidades médicas en agotar el total de vacantes que ofertaban este año en el proceso de asignación de las plazas MIR. Los licenciados en Medicina con mejores notas eligen primero y se decantan cada vez más por la Cirugía Plástica y menos por otros campos como el de la Medicina de Familia y Comunitaria.
Esta no es la especialidad que más tarda en adjudicar sus vacantes, pero teniendo en cuenta que es la base del sistema sanitario español y que es la que mayor número de ellas oferta, no parece despertar mucha atracción entre los nuevos médicos.
Entre los días 29 de abril y 21 de mayo estaban citados 11.204 aspirantes, que con una nota de corte del 35% habían superado la prueba. De los 4.000 primeros solo eligieron especializarse en Familia 187, menos que en la convocatoria anterior, cuando la escogieron 202.
Medicina de Familia agotó sus plazas en el número de orden 8.337 en el mismo pueblo donde lo hizo el último MIR que escogió esta especialidad el año pasado: Sant Fruitós Bages, en Barcelona. Con el número de orden 8.365 ya no quedaban vacantes en ninguna especialidad y 2.810 aspirantes se quedaron sin posibilidad de elegir plaza. La vacante de Bioquímica Clínica en Las Palmas de Gran Canaria fue la última en adjudicar.
Cardiología pierde peso
Mientras tanto, Dermatología y Cirugía Plástica agotaron sus 94 y 40 plazas, respectivamente, el segundo día por la mañana. Cirugía Oral y Maxilofacial fue la tercera en agotar sus 32 plazas el cuarto día por la tarde con el número 2.609, relegando al cuarto puesto a Cardiología.
Les siguen como "preferidas" Aparato Digestivo, Otorrinolaringología, Urología, Oftalmología, Cirugía Ortopédica y Traumatología y Cirugía Pediátrica. Entre las especialidades que comenzaron a adjudicar sus plazas más tarde destacan Farmacología, Medicina del Trabajo y Bioquímica Clínica.
"La Medicina de Familia sigue siendo el patito feo de nuestras especialidades y sigue sin tener el tirón que merece. La Universidad Española sigue viviendo de espaldas a la realidad del país, por ello sigue sin tener en sus Facultades de Medicina cátedras de Medicina Familiar y Comunitaria", apunta el doctor Rodrigo Abad, coordinador del Grupo de Trabajo de Tutores de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN).
La mayoría de los alumnos no saben lo que hace un médico de familia. Están deslumbrados por especialidades y superespecialidades que 'dan más prestigio económico y social'
Y añade que la mayoría de los alumnos de Medicina no saben lo que hace un médico de familia. "Están deslumbrados por especialidades y superespecialidades que 'dan más prestigio económico y social'. Mientras tanto, las administraciones diseñan planes de potenciación y mejora de la Atención Primaria, que son meramente parches, en vez de afrontar previsiones a medio y largo plazo para realizar cambios estructurales de mayor calado", denuncia Abad.
Según el doctor, la Atención Primaria está saturada de pacientes y personas que demandan múltiples atenciones. "Desde certificados para que se les exonere de estar en una Mesa electoral hasta documentos para que el ayuntamiento les otorgue una plaza de aparcamiento por discapacidad, pasando por múltiples dolencias dolencias físicas y psíquicas", explica.
"Todo lo ve el médico de familia y, afortunadamente, resuelve el 90% de las demandas de sus pacientes. Es frecuente que para una misma solicitud de demanda el paciente acuda por tres o más motivos de consulta. Además, los médicos también suelen atender a pacientes de otros compañeros, con lo cual se genera un problema de tiempo con consultas de 3, 5 ó 7 minutos, tiempo en el que es imposible realizar bien el trabajo", añade.
Familia, la gran desconocida
Según Abad, Medicina Familiar y Comunitaria tuvo más preponderancia a partir del 1978, año en el que fue creada, y durante los primeros años de esa época. "Había más recursos, se hizo más accesible y eficiente, sobre todo, por una formación de los residentes más científico técnica. Pero la involución más acuciante de esta especialidad aparece tras la crisis económica, con la falta de medios económicos y humanos", considera.
Ahora, dice, es la gran desconocida para médicos jóvenes y tiene que recuperar parte del atractivo social y las perspectivas económicas perdidas en los últimos años.
Desde la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) señalan que Medicina de Familia es la que oferta un mayor número de plazas y que supone el 28,16% del total de plazas convocadas este año. "Es la especialidad que garantiza la equidad y el acceso a la salud hasta en el hogar más alejado, sin embargo, año tras año, no es de las más elegidas entre los aspirantes con mejor número", advierten.
En su informe Distribución de las peticiones de plazas MIR en 2019 la confederación alerta de que "necesitaremos muchos especialistas en los próximos años para cubrir un importante número de jubilaciones y cada año se quedan muchos aspirantes sin posibilidad de obtener plaza y por tanto sin
especializarse y poder acceder a plazas del SNS". Por ello, reclaman "una planificación urgente y responsable".