"¿Quién le paga ahora a Pilar y a su familia el calvario por el que han pasado?", se pregunta Ana Vázquez, diputada del PP gallego, tras conocerse que el Supremo archivaba una nueva causa contra la senadora murciana. Numerosas voces del PP se ha lanzado a la yugular de Ciudadanos, el partido que más batalló para apartarla de la política y que exigió su renuncia antes de darle su apoyo a los presupuestos de Mariano Rajoy. "Una infamia, una bajeza que delata cómo es en verdad el partido naranja", señalan fuentes del PP murciano.
Rivera hizo de Murcia una especie de 'casus belli'. Consiguió apartar al presidente, Pedro Antonio Sánchez, quien abandonó la jefatura del Gobierno luego de ser doblemente imputado. También forzó que Barreiro abandonara el grupo popular en el Senado y se pasara a mixto, a la espera de la resolución judicial. La juez del Supremo, Ana Ferrer, decidíó dar carpetazo a la causa que pesaba sobre ella en el 'asunto Púnica' al considerar que "débil, equívoco y ambivalente" el material probatorio aportado por la UCO.
El 'caso Carthago'
Es la segunda vez que el Supremo archiva una causa contra la senadora popular, que fue alcaldesa de Cartagena. Hace unos meses hizo lo mismo con la trama urbanística conocida como Nueva Carthago, sobre unos manejos urbanísticos en una zona donde se pretendía construir 10.000 viviendas y campos de golf.
La dirección del PP ha optado por evitar el encontronadoz idrecto con Cs, aunque su satisfacción es notable. Teo García Egea, número dos de Génova, es murciano y ha vivido de cerca los avatares vividos por la senadora, quien será reintegrada al grupo Popular en las próximas fechas. Las voces contra Rivera han sido un goteo frecuente en estas horas. "Rivera se cargó la presunción de inocencia, el daño moral, emocional y de la reputación tanto de ella como de su familia, ¿cómo va a reponerlo Ciudadanos?", exclamaba Beatriz Escudero, diputada segoviana, según Europa Press.
La vicesecretaria de Comunicación, Marta González, se sumaba a las crítica al exigir "al menos una disculpa pública" y subrayaba la "ridúcula desfachatez del dentífrico de la política", como llama a Rivera.