El radar profesional de Macarena Olona (Alicante, 1979) nunca había detectado la política como un sector al que dedicarse. Pero tras una exitosa trayectoria como abogada del Estado en la que llegó a ser considerada un ariete contra ETA, sintió la llamada de Vox.
En concreto, la de Santiago Abascal e Iván Espinosa de los Monteros, que fueron los artífices de su fichaje por el partido el pasado mes de marzo. Quien se hiciera conocida en el País Vasco por luchar contra los actos de homenaje a los presos etarras y por investigar de qué modo estos podían pagar los costes de sus atentados, ahora pasaría a ser la encargada de liderar la lista al Congreso de los Diputados por Granada.
En un tiempo récord, 'Molona', apodo con el que algunos compañeros le han bautizado haciendo un guiño a su nombre, se ha convertido en una figura clave dentro de la formación. Las elecciones generales le otorgaron un escaño, es secretaria general del Grupo Parlamentario de Vox en la Cámara Baja y la única mujer que forma parte del equipo que negocia para poder cerrar pactos con el resto de fuerzas parlamentarias.
Son días de tiras y aflojas entre partidos y Olona trata de adaptarse a su nuevo rol sin desprenderse de una carpeta blanca con el rótulo 'Por España'
Son días de tiras y aflojas entre partidos y Olona trata de adaptarse a su nuevo rol sin desprenderse de una carpeta blanca con el rótulo 'Por España'. La lleva por los pasillos, a la mesa de negociación con el Partido Popular y a las ruedas de prensa. Al fin y al cabo, España es la principal motivación que, según reconoce a este diario, le ha llevado a bajar al barro de la política institucional.
"Es un honor servir a España", asegura la abogada del Estado cuyo entorno la define como disciplinada, jerárquica y empática. "Mi profesión es otra, esto es temporal, pero es el momento adecuado para servir un país que me duele. He sido testigo de hechos dolorosos y, por la posición que ocupaba, me ha sido imposible alzar la voz", explica.
Paso por el País Vasco
Olona se refiere a su paso como abogada jefe del Estado en el País Vasco desde 2011 a 2017. Además de armar jurídicamente recursos contra la realización de homenajes a los presos de ETA y de investigar el modo de hacer efectiva la responsabilidad de los etarras a la hora de pagar las indemnizaciones de sus atentados, presentó más de un millar de recursos contencioso-administrativos contra ayuntamientos y leyes.
Por ejemplo, en contra de la ausencia de banderas españolas visibles en más de ochenta consistorios o de que algunas corporaciones redactasen sus comunicaciones internas en euskera. Participó en los procedimientos judiciales en los que el Estado reclamaba la devolución de ayudas públicas obtenidas por el PNV y que se habían traducido en despilfarros. También denunció en la Fiscalía unas supuestas irregularidades en la lonja de Pasaia.
Recurrió la ley vasca de víctimas policiales en 2017. Pero el Gobierno retiró la objeción un año después, cuando ella ya había abandonado la región
En 2017, recurrió la ley vasca de víctimas policiales, aprobada un año antes. Pero el Gobierno retiró la objeción un año después, cuando ella ya había abandonado la región. Si sus defensores la consideran un "azote de la corrupción en algunas instituciones vascas", sus detractores no dudan en tildarla de "facha". Un calificativo con el que la alicantina no se siente identificada.
"Defender la unidad de España y la bandera española no es ser facha. Yo nací en democracia y no tengo ninguna nostalgia de tiempos pasados", aclara. En agosto de 2017 salió del País Vasco. En octubre de ese mismo año se le concedió la Orden al Mérito Civil de la Guardia Civil en la Categoría de Cruz con Distintivo Blanco.
Fuentes de la Abogacía del Estado atribuyen su marcha de la región a las "cesiones" de la llamada 'operación diálogo' activada por la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría a finales de 2016 con Cataluña y, en cierto modo, con la citada comunidad autónoma: "Había que intentar calmar a las fuerzas nacionalistas y Olona se había convertido en una figura incómoda".
Y por cosas como esta, Macarena Olona es la más molona! @Macarena_Olona https://t.co/m4fjcOxRIr
— Iván Espinosa de los Monteros (@ivanedlm) April 17, 2019
Investigación en Mercasa
Después llegó a la secretaría general de Mercasa, empresa pública que presta servicio al conjunto de la cadena alimentaria. Otro asunto "doloroso" del que Olona no salió bien parada. Recibió el encargo de investigar la existencia de unas comisiones ilegales por valor de hasta 20 millones de euros y, tras 15 meses de trabajo, le tocó declarar en la Audiencia Nacional.
Según informaron a Vozpópuli fuentes de la institución, a Olona le comunicaron su cese antes de que diese detalles, pero finalmente presentó su dimisión voluntaria a cambio de que le permitiesen acudir a su cita con el juez, fijada desde el 1 de octubre. Allí señaló como responsables del sistema ilegal de Mercasa a los gestores anteriores, es decir, a cargos designados tanto por el PP como por el PSOE.
"Hay políticos que confunden a los abogados del Estado con abogados del Gobierno. Todo este caldo de cultivo es el que me ha llevado a dar un paso al frente. Mi familia se lo ha tomado con cierto miedo. Ahora estoy en el disparadero, pero también puedo tomar decisiones y dejar a un lado el silencio", explica esta alicantina que tiene como referente de valentía a su madre.
Hay políticos que confunden a los abogados del Estado con abogados del Gobierno"
Después de Mercasa, pasó por la Abogacía del Estado ante los Juzgados Centrales de lo contencioso-administrativo; por la asesoría jurídica de diversas entidades y, antes de alistarse en las filas de Vox, por la Sociedad Pública Estatal Sepides. "Dimití en marzo porque me enamoré del proyecto. Fue un cruce de caminos. Las personas adecuadas llegaron en el momento justo. Me sentía preparada", asegura Olona.
Con 40 años recién cumplidos, el nuevo fichaje estrella del partido liderado por Abascal asegura que "ni la formación es de ultraderecha ni son machistas". "Nos han llegado a equiparar con Bildu y no se sientan con nosotros a negociar. Sinceramente, esta falta de respeto me produce tristeza", dice la alicantina.
Poco después de conseguir su escaño, Olona anunció que espera su primer bebé, al que su grupo parlamentario llama en tono de broma "el becario". "Para el futuro de las nuevas generaciones quiero una España unida en la que exista una solidaridad real. No quiero que haya privilegios dependiendo de los territorios y me gustaría que se respetasen las tradiciones y se valorase tanto la libertad como a las familias", apunta.