Diversos factores influyen en la subida de Ciudadanos registrada por el CIS preelectoral, publicado en la víspera del arranque de campaña este martes. Su ascenso de 6-7 escaños (de 25 a 31-32) y cinco puntos y medio (de un 17,9% a un 23,4%) se explica, según las tripas del sondeo, por la visualización del partido naranja como el "voto útil" constitucionalista, por la altísima movilización del electorado no independentista y por el choque estratégico entre Carles Puigdemont y Oriol Junqueras.
Esta última cuestión es fundamental. Según fuentes de Ciudadanos, la candidatura que lidera Inés Arrimadas está en situación de ganarle las elecciones a Esquerra por la fuga de votos de este partido a la lista que encabeza Puigdemont. El expresident consigue arrebatar apoyos a ERC al erigirse desde su retiro en Bélgica en el brazo duro del soberanismo, una actitud con la que antes se identificaba a los republicanos. El CIS preelectoral confirma la tendencia al alza de la marca del exjefe del Govern, Junts per Catalunya (JxCat), que ya vienen mostrando algunos sondeos privados.
Con una estimación de voto del 16,9% y una representación de 25-26 escaños, JxCat se situaría como tercera fuerza del Parlament a sólo 5-6 escaños de Esquerra (20,8%). La cuestión está en que esa distancia puede recortarse más en esta campaña electoral, con Junqueras encarcelado previsiblemente hasta después de los comicios. El juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena confirmó este lunes la prisión sin fianza para el exvicepresidente de la Generalitat y exconseller de Economía por riesgo de "reiteración delictiva". Con Junqueras en la cárcel, la lista de ERC pierde la fuerza del cabeza de cartel y parece no hallar la fórmula para atajar esa falta de liderazgo. El perfil de la número dos por Barcelona, la secretaria general del partido, Marta Rovira, no están dando la talla.
En concreto, el CIS recoge que el 37% de los votantes de Junts Pel Sí en las elecciones autonómicas del 25 de septiembre de 2015 se inclinaría por la marca de Puigdemont el 21-D mientras que un 44,3% lo haría por Esquerra. Una diferencia que se ha rebajado desde las elecciones generales del 26 de junio de 2016, donde un 48,1% de los votantes de Junts Pel Sí confió en ERC y un 29,3% prefirió apostar por el PDeCat, la antigua Convergència.
Se da la circunstancia de que Puigdemont está siendo el responsable del ascenso de su marca electoral (independientes y PDeCat) para el 21-D, desmarcándose de su partido, que empezaba a ser un lastre, en cuestiones clave. Por ejemplo, el expresident no ha descartado volver a intentar la "vía unilateral" de independencia si regresa al Govern. Y, desde su refugio en Bruselas-Lovaina, pese a existir a sobre él una orden de extradición, mantiene su rebeldía ante el artículo 155 de la Constitución.
"Por imperativo legal"
Por contra, tanto Junqueras como el resto de 'exconsellers' han acatado las medidas de este precepto constitucional. Algunos lo hicieron "expresamente" y otros como el exvicepresidente por "imperativo legal", una concesión, que aún siendo tal, no le ha valido para salir de prisión. Y es que el juez no ha dado credibilidad los acatamientos de Junqueras, el exconseller de Interior Joaquim Forn y los exlíderes de la ANC y Òmnium, Jordi Sánchez y Jordi Cuixart. Los cuatros seguirán en prisión.
El riesgo de reiteración delictiva tras el asedio de septiembre a la Guardia Civil no desaparece, según Llanera, con la afirmación mantenida por los cuatro el pasado viernes de que abandonan su estrategia de actuación y con la determinación judicial de evaluar su situación personal si sus afirmaciones resultan mendaces, "sino que exige constatar que la posibilidad de nuevos ataques haya efectivamente desaparecido, o que paulatinamente se vaya confirmando que el cambio de voluntad es verdadero y real".
Con Junqueras en la cárcel, la lista de ERC pierde la fuerza del cabeza de cartel y parece no hallar la fórmula para atajar esa falta de liderazgo
Por otro lado, Ciudadanos está rentabilizando su imagen de voto útil entre las fuerzas constitucionalistas, tanto que el partido de Arrimadas ya ha arrancado al PP un 45,8% de sus votantes en las elecciones catalanas de 2015, según señala el CIS. En cuanto al PSC, hasta un 11,8% de sus votantes hace dos años ya se habría pasado a la formación de Albert Rivera.
Además, los electores del PP en los anteriores comicios valoran mejor a Arrimadas que a su propio candidato, Xavier García Albiol, que también repite como cabeza de cartel. La dirigente naranja recibe de los antiguos votantes populares una nota media de 7,96 frente a un 7,42 del líder del PP catalán. Por su parte, los que confiaron en Miquel Iceta (PSC) hace dos años casi la aprueban con un nota de 4,72. Además, casi el 90% de los catalanes conoce ahora a Arrimadas mientras que en las pasadas autonómicas sólo un tercio la identificaba.
Así mismo, Ciudadanos es el partido que retiene a más votantes de 2015, pues tres de cada cuatro (73,3%) ya confirma que revalidará su voto. La formación naranja apenas sufre una fuga del 10% al PSC.
Voto abstencionista
Y como tercer factor destacado, la participación histórica que augura el CIS, un 84,6% frente al 68,6% que votó el 25 de septiembre de 2015, también beneficia a Ciudadanos. La formación naranja es la que tiene un electorado más movilizado y la que más pesca entre los abstencionistas (más de un 15%). Hay una tesis que manejan los populares según la cual una participación por encima estos niveles, ya de por sí muy elevados, podría beneficiar a los independentistas. Sin embargo, los estrategas de Cs niegan esta teoría recalcando que los secesionistas ya está en su techo de movilización, con dos millones de votos.