Las señales de alarma por una posible baja participación en las elecciones generales del 28 de abril se han encendido en el cuartel general del PSOE, admiten a Vozpópuli fuentes socialistas. Y eso explica, en buena medida, el llamamiento casi desesperado del candidato, Pedro Sánchez, no solo al voto masivo para que no gobierne la derecha sino su postura en la polémica sobre los debates televisivos.
Este jueves, una vez que la Dirección de RTVE le puso en bandeja celebrar en sus estudios el debate a cuatro el martes 23, el presidente del Gobierno llegó a decir que él estará irá allí "para debatir con quien quiera debatir". El problema es que Pablo Casado, Albert Rivera y Pablo Iglesias ya han anunciado que ellos estarán en los estudios de Atresmedia, que también ha convocado debate.
Es inaceptable que RTVE se pliegue a los caprichos de Sánchez y acepte el trágala de Ferraz. Faltan el respeto a los ciudadanos y medios.
Soy persona de palabra. Estaré en los debates comprometidos y seguiré exigiendo a Sánchez un cara a cara al que tienen derecho los españoles pic.twitter.com/DkNGEb7CPS
— Pablo Casado Blanco (@pablocasado_) April 18, 2019
Horas antes de esas palabras de Sánchez, resaltan las fuentes consultadas, se había conocido que el voto por correo, sin contar los llegados en las últimas 24 horas a las oficinas postales -era el último día de plazo-, suman 1.310.706 millones de solicitudes, 140.000 menos que en las elecciones de junio de 2016.
El voto por correo es inferior al de las elecciones de 2016, que finalmente se saldaron con una participación del 66,48%, muy por debajo del 70% que necesita el PSOE
La cifra de solicitudes de voto por correo no dicen nada por sí mismas, pero teniendo en cuenta que la participación en aquellos comicios repetidos por el bloqueo tras la no investidura del hoy presidente del Gobierno y la renuncia de Mariano Rajoy a intentarlo, quedó en un escaso 66,48%, se entienden los nervios en el equipo del presidente.
Supondría cuatro puntos menos que el 70% ansiado por Ferraz para tener garantías de que la movilización de la izquierda, toda, logra hace frente al muy movilizado electorado del tridente PP, Ciudadanos Vox. Y hay "preocupación" en el PSOE, admite a este periódico un dirigente autonómico.
Porque toda la estrategia estaba basada en arrancar la última semana -la primera, Semana Santa, se daba por inhábil a efectos de movilización de una ciudadanía de vacaciones- visualizando otra foto de colón PP, Ciudadanos, Vox, en el debate a cinco con Santiago Abascal, que la Junta Electoral Central ha desestimado.
Sánchez contra la JEC
No ha podido ser aunque resulta "insólito", admite una de las fuentes consultadas, ver a un presidente del Gobierno cargar contra el organismo regulador de las elecciones por excluir a Vox en base a que no tiene representación nacional; como sí tenían Ciudadanos y Podemos -se habían presentado a las elecciones europeas previas- cuando les autorizó a participar en los debates de diciembre de 2015.
"A quien está beneficiando esta decisión de la Junta Electoral es a la ultraderecha. No me gusta que la ultraderecha esté en nuestro país pero es necesario que esté en el debate para contraargumentar", criticó Pedro Sánchez, quien sostiene que él ya había "cumplido" con Atresmedia aceptando el debate a cinco; "ha sido la Junta Electoral quien lo ha modificado".
Así las cosas, todo parece indicar que estas podrían ser las primeras elecciones desde 2004 en las que no hay debates entre primeros espadas: En 2008 debatieron cara a cara el entonces presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero y el aspirante, Rajoy; en 2011, Alfredo Pérez Rubalcaba y Rajoy; en 2015, Rajoy, ya presidente, no fue a un debate con Sánchez, Rivera e Iglesias, pero no hubo silla vacía, envió a Soraya Sáenz de Santamaría; y en 2016 sí hubo un cara a cara Rajoy/Sánchez.
Y si Atresmedia sigue adelante con su debate el día 23, y asisten al mismo Casado, Rivera e Iglesias con la silla vacía del presidente del Gobierno, a éste se le puede complicar mucho la recta final de campaña para el 28A