La dimisión de Albano Dante Fachin como secretario general de Podem Catalunya es la última de una lista de renuncias de dirigentes regionales de la formación morada por las desavenencias con la dirección estatal de Pablo Iglesias. En los apenas cuatro años de vida del partido han dimitido o han sido cesados varios secretarios generales de las denominadas comunidades históricas.
En Cataluña, Albano Dante Fachin y Gemma Ubasart; en el País Vasco, Roberto Uriarte; y en Galicia, Breogán Riobóo, que se resistió a abandonar el cargo tras ser destituido. Precisamente ahora, la cuestión catalana ha vuelto a poner sobre la mesa las enormes dificultades que afronta la formación morada a la hora de implantar su marca en las diferentes comunidades, máxime cuando hace del concepto de la plurinacionalidad una de las banderas del partido.
En esas mismas regiones la formación ha obtenido sus mejores resultados estableciendo diversas alianzas con otras fuerzas políticas, que han dado más de un quebradero de cabeza. El secretario de organización de Podemos, Pablo Echenique, aseguraba este mismo lunes tras conocer la renuncia de Fachin que "objetivamente" su partido es el "más descentralizado" de todos. Defendía también que la "intervención" había tenido una "limpieza democrática", de la que pocos partidos podrían "jactarse". Así fueron las anteriores:
En octubre de 2015, Gemma Ubasart, la predecesora de Fachin, presentó su renuncia tras discrepar de cómo se desarrolló la campaña electoral de las elecciones del 27 de septiembre. Se marchó entre críticas a la excesiva presencia de los líderes de la dirección estatal en los actos de campaña. Ella había encabezado la lista oficialista de Pablo Iglesias y había accedido al cargo pocos meses antes.
Apenas un mes después presentó su dimisión el líder vasco Roberto Uriarte. Reprochó en una misiva dirigida al propio Iglesias su gestión en los "desacuerdos con la ejecutiva estatal en cuestiones organizativas, de discurso y de candidaturas". Después de varios tira y afloja por otros asuntos, la cúpula estatal había impuesto la circunscripción en la que se iba a presentar como candidato para el Congreso el líder de Equo, Juantxo López de Uralde.
La diputada errejonista en el Congreso Nagua Alba fue elegida nueva secretaria general en marzo de 2016. Sin embargo, lejos de aportar estabilidad a la formación morada en ese territorio, el pasado mes de agosto anunció su renuncia con la consiguiente apertura de un proceso de primarias que tendrá lugar este mes de diciembre. Negó presiones de la dirección estatal y la vinculó a la necesidad de "actualizar la hoja de ruta" del partido de cara a las elecciones municipales y autonómicas vascas de 2019.
La otra comunidad que más quebraderos de cabeza ha dado a Iglesias es Galicia. Breogán Riobóo fue destituido en febrero de 2016 por la cúpula estatal después de que se produjeran varios ceses y dimisiones en su dirección regional, entre ellos la de su número dos. Pero Riobóo se resistió a dejar el cargo.
En septiembre había elecciones autonómicas e Iglesias necesitaba recomponer las filas de cara a los comicios en los que se presentó integrado en En Marea. Pero llegar a ese punto no fue fácil. Los de En Marea
Con la crisis catalana se han avivado las tensiones.
No hay que perder de vista por otra parte Andalucía, donde el control lo tiene Teresa Rodríguez, de la corriente Anticapitalistas liderada por el eurodiputado Miguel Urban. Aunque la marca andaluza lleva meses exigiendo a Madrid que le conceda mayor autonomía política e incluso la posibilidad de tener un CIF propio, Rodríguez y el alcalde de Cádiz, José Manuel González 'Kichi' decidieron cerrar filas con el discurso de Madrid después de que Anticapitalistas emitiese un comunicado reconociendo la 'nueva república catalana'.
Precisamente, las diferentes crisis territoriales de Podemos se llevaron por delante en marzo de 2016 al anterior secretario de Organización, Sergio Pascual, que era mano derecha de Íñigo Errejón. Además de las regiones históricas, había numerosas vías de agua abiertas en Cantabria o La Rioja. Iglesias justificó su decisión de relevar al diputado sevillano debido a "una gestión deficiente cuyas consecuencias han dañado gravemente a Podemos".
La fundadora de Podemos, Carolina Bescansa, provocó una de las mayores crisis del partido desde Vistalegre II, criticando la falta en Podemos de "un proyecto político para España" en plena crisis catalana. "A mí me gustaría un Podemos que le hablase más a España y a los españoles y no solo a los independentistas", reprochaba en público haciendo saltar todas las alarmas. Un día antes había sido apartada de la Comisión Constitucional del Congreso, relevada por la portavoz de Unidos Podemos Irene Montero.
Ante las próximas elecciones catalanas, donde las encuestas apuntan a que el independentismo quedará a pocos escaños de la mayoría de 68 diputados, la formación de Ada Colau y Xavier Domènech con la que los de Pablo Iglesias irán en coalición, adquirirá un papel determinante. De ellos dependerá dejar que el secesionismo gobierne de nuevo o, por el contrario, permitir que se haga con el poder lo que ahora denominan como 'bloque monárquico' que representa al 'régimen del 78'.
Esa decisión tendrá para Iglesias una repercusión clave, ya que de ello depende sus aspiraciones al Gobierno de España. De momento, su 'hiperliderazgo' le ha convertido en el líder peor valorado por los ciudadanos, según el último barómetro del CIS. La forma de actuar tras la Asamblea de Vistalegre II, eliminando poco a poco a los críticos y rodeándose únicamente de los fieles ha transmitido una imagen de organización vertical con menor margen para el debate interno.
Actualmente en la ciudad de Madrid se está preparando la candidatura a las primarias con el ex Jemad Julio Rodríguez como posible candidato de consenso entre la corriente pablista y los partidarios de Íñigo Errejón. Los Anticapitalistas pueden presentar una lista alternativa.