El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha lanzado este martes un llamamiento a Podemos y los comunes para que desistan de su voluntad de apoyar la celebración del referéndum. Con solemnidad, les ha pedido que hagan una "reflexión" y tengan "mucho cuidado", porque su posición puede servir de "coartada a los independentistas para montar la declaración de independencia el próximo 4 de octubre en el Parlamento de Cataluña".
Sánchez ha instado así a Pablo Iglesias y Ada Colau a que reconsideran su reconocimiento del 1-O como un "referéndum legítimo", porque esa cita no tiene ninguna garantía, y ha avisado de que su posición puede reforzar a los independentistas en su objetivo de declarar unilateralmente la independencia, una posibilidad que los socialistas no descartan en absoluto.
El líder de los socialistas ha lanzado este mensaje en un encuentro con sus diputados y senadores en la Cámara Alta, que ha comenzado con su intervención en público y ha continuado después a puerta cerrada. Es la primera vez que se dirige a ellos desde el Senado en su nueva etapa al frente de la Secretaría General.
Críticas al fiscal general del Estado
Al margen de esto, el secretario general del PSOE ha deslizado este martes la primera crítica a la Justicia en su repuesta a la crisis independentista en Cataluña. Después de reprochar al Gobierno que "delegue" sus funciones en los tribunales para resolver este conflicto, como ya ha hecho otras veces, ha insistido en que hace falta "mesura" y, además de recordárselo a Mariano Rajoy, ha recalcado que "la prudencia es buena para todos, incluido el fiscal general del Estado".
Los socialistas han cuestionado en privado algunas de las decisiones del Ministerio Público, pero es la primera vez que señala a Maza. Lo ha hecho después de que ayer el máximo representante de la Fiscalía planteara como "una opción" la posibilidad de que el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, sea detenido.
Las primeras críticas del PSOE surgieron con la decisión de la Fiscalía de citar como investigados a los 700 alcaldes que han expresado su voluntad de colaborar con el 1-O. Pero, pese a que se plantearon en alguna reunión de la Ejecutiva federal, los dirigentes socialistas han evitado hacerlas en público.
Dicho esto, Sánchez ha insistido en su apoyo al Gobierno para resolver esta crisis, que ha dicho que no debe acabar con "vencedores ni vencidos", y ha defendido que es "evidente que los jueces y las fuerzas y cuerpos de seguridad cumplen con su trabajo y deber", pero ha vuelto a defender que el problema sólo se resolverá desde la política, el diálogo y la negociación.
