Al equipo de campaña que asesora a Pedro Sánchez se le ve encantado cada vez que en los medios de comunicación se alude al miedo que albergan altos dirigentes del PP ante la posibilidad de que el exsecretario general acabe ganando las primarias previstas para mayo. Es obvio que tener al PP enfrente da votos en una competición donde la militancia socialista está bastante escocida no solo con la abstención en la investidura de Mariano Rajoy sino también por la colaboración parlamentaria posterior entre los dos grandes partidos.
En el equipo de Sánchez se defiende ahora una oposición útil pero rentable para los socialistas en términos políticos
Pese a ello, Sánchez transmite estos días a sus colaboradores más inmediatos que si gana las primarias no está en su cabeza ni organizar con Podemos una moción de censura contra Rajoy ni tampoco trabajar a favor de unas terceras elecciones generales. “Pedro haría una oposición constructiva, no demasiado alejada de la que quiere hacer la gestora, pero rentabilizando sus frutos. La subida del salario mínimo que hemos conseguido no ha tenido el impacto esperado, sencillamente porque carecemos de liderazgo”, afirman fuentes cercanas al exlíder socialista.
La pregunta que se hacen en la federación andaluza es bastante coherente: ¿Por qué tenemos que creerle ahora cuando se despidió de la secretaría general con el ‘no es no’? No tiene fácil respuesta, entre otras razones porque quienes batallaron hasta el final por desalojarle de su despacho de la calle Ferraz, recuerdan que primero firmó un acuerdo de legislatura con Ciudadanos, más tarde lo intentó con Podemos y, en última instancia, coqueteó con los independentistas, extremo este que en el círculo más próximo a Sánchez se desmiente con rotundidad.
¿Susana quiere otras elecciones?
Sin embargo, mayor incongruencia ven todavía los sanchistas al anuncio de la gestora de que el PSOE no dará su apoyo parlamentario a los Presupuestos de este año, después de haber facilitado la investidura de Rajoy. “¿Acaso lo que quiere ahora Susana Díaz son terceras elecciones? ¿Qué sentido tiene anunciar una enmienda a la totalidad cuando todavía no se conoce el proyecto de ley presupuestario?, se preguntan.
El equipo de campaña de Sánchez sospecha que, al final, la gestora acabará por recular y retirará esta enmienda de totalidad en el último minuto, en cuanto consiga alguna contrapartida por parte del Gobierno con la que aumentar el medallero. La estrategia de Ferraz desde el tormentoso comité federal del 1 de octubre puede conducir a ello, teniendo en cuenta el énfasis que parte del grupo parlamentario ha puesto en la importancia de haber conseguido el aumento del salario mínimo, el pacto contra la denominada pobreza energética, el frenazo a la reforma educativa o una solución para las cláusulas suelo.
Los sanchistas ven incoherente que se haya facilitado la investidura de Rajoy y se le rechacen ahora los Presupuestos
Conviene no perder de vista también, recuerdan las fuentes, que la gestora tendrá que rendir cuentas en el 39º congreso, de ahí su interés en llenar hasta junio una mochila que podría completarse con las recompensas conseguidas durante la negociación presupuestaria.