En su vuelta al PSOE, Pedro Sánchez ha llegado con esfuerzos renovados de tejer alianzas con Podemos y Ciudadanos, las "fuerzas del cambio" que ya se mostraron incompatibles el año pasado y con las que ahora quiere formar mayorías alternativas al PP. Aunque ha habido un nuevo portazo a una 'mesa a tres', Ferraz ha designado a un equipo de trabajo para negociar, por separado, con Podemos y con Ciudadanos, y en él no repetirán experiencia quienes fueron los primeros espadas de las negociaciones.
Pedro Sánchez y Pablo Iglesias acordaron la semana pasada abrir cinco grupos de trabajo para negociar iniciativas concretas en las que pueden ponerse de acuerdo en el Congreso y en las que, a priori, será difícil que se sume Ciudadanos. Pero el PSOE y Podemos quieren empezar a hablar de políticas de igualdad, relaciones laborales, pensiones y rescate a jóvenes, y de cómo desbloquear resoluciones aprobadas por el Congreso y que el Gobierno no activa.
Para su negociación, a falta de que se diseñen por completo los grupos, la portavoz del PSOE será Margarita Robles y su interlocutora en el partido morado, Irene Montero. En el trabajo parlamentario también tendrá un papel relevante la 'número dos' del PSOE y del Grupo, Adriana Lastra, mientras que, a nivel de partido, la voz cantante será la del secretario de Organización, José Luis Ábalos.
De la misma manera, y aunque en este caso no se ha hablado de mesas de trabajo en concreto, en las conversaciones con Ciudadanos, Robles hablará con el portavoz y con el secretario general del partido de Rivera, Miguel Gutiérrez y Juan Carlos Girauta, y a nivel del partido, Ábalos tratará con el secretario general del partido de Rivera, José Manuel Villegas.
Margarita Robles fue su fichaje 'estrella' para las elecciones del 26-J y desde entonces ha sido una de sus personas de máxima confianza
Tres personas de la máxima confianza de Pedro Sánchez serán los encargados de estas conversaciones. Robles, que fue su fichaje 'estrella' para las elecciones del 26 de junio y que desde entonces ha sido una de sus personas de máxima confianza, y Ábalos y Lastra, que ya asumieron la coordinación de las primarias que le llevaron de nuevo a Ferraz.
Ninguno de los tres formó parte del equipo negociador que designó después de recibir el encargo del rey para intentar formar gobierno, seis personas que hablaron durante horas y días con Podemos, Ciudadanos, IU, Compromís y el PNV para intentar ahormar una mayoría que no salió adelante. Se logró un acuerdo de con el partido de Albert Rivera que acabó en una investidura fallida, porque no lograron sumar a los de Pablo Iglesias.
Ese equipo lo dirigió el entonces portavoz parlamentario, Antonio Hernando. Amigo y colaborador muy cercano de Sánchez, la relación se rompió cuando decidió mantenerse en la Portavocía tras la dimisión de Pedro Sánchez y defender desde la tribuna la abstención. Hernando dimitió de este puesto la misma noche de las primarias del 21 de mayo y, aunque permaneció unos días en la dirección, ha pasado a un cuarto plano, aunque se le ha dado una portavocía.
La relación también se cortó con el exconsejero vasco Rodolfo Ares, entonces también en su círculo más próximo y que tuvo un papel muy destacado en el Comité Federal del 1 de octubre, de cuya mesa formó parte y en la que se enfrentó a la sevillana Verónica Pérez. Estuvo en la coordinación de las campañas electorales del 20D y el 26J, pero después fue uno de los impulsores de la candidatura del exlehendakari Patxi López.
El vínculo no se ha roto de la misma manera con otros dos veteranos socialistas que formaron parte de ese equipo: José Enrique Serrano y Jordi Sevilla. Entonces, fueron hombres clave de la negociación y del equipo de aquel Pedro Sánchez y hoy están fuera de ese núcleo, aunque la relación no es mala.
La asturiana Luisa Carcedo forma parte de la nueva Ejecutiva como responsable de Sanidad
En ese equipo había dos mujeres y una de ellas es la única 'negociadora' que sigue siendo de los más próximos de Sánchez: la asturiana Luisa Carcedo, que forma parte de la nueva Ejecutiva, como responsable de Sanidad. La sexta integrante fue Meritxel Batet, que si bien permanece en la dirección del Grupo Socialista, se la considera fuera del círculo más próximo del líder.
Después de apoyar a Eduardo Madina en las primarias de 2014, Batet fue integrada en la primera Ejecutiva de Sánchez, en la que se convirtió después en una de sus personas de máxima confianza. Es más, en las elecciones del 20 de diciembre de 2015 fue su 'número dos' por Madrid. Sin embargo, después de la fractura del 1 de octubre, los 'pedristas' consideran que la 'neutralidad' de esta socialista catalana en este caso era un apoyo a Patxi López, que ella nunca manifestó en público. Tras haber sido secretaria de Estudios y Programas en aquella primera dirección y coordinadora de su programa electoral, ha pasado a un segundo plano para Sánchez.