Han transcurrido poco más de dos meses desde que Cristina Cifuentes presentase su dimisión como presidenta de la Comunidad de Madrid y su vida ha dado un giro de 360 grados. De la actividad frenética que suponía ser uno de los pesos pesados del Partido Popular ha pasado a la inactividad política, tal y como reflejan las fotografías de sus mascotas, familiares y amigos que se limita a colgar a través de sus redes sociales.
Quien el año pasado presumía de trabajar 14 horas diarias, dormir solo cuatro y no cogerse vacaciones porque "no son una obligación", este martes alegó "fuertes migrañas" para no acudir a declarar ante la jueza que investiga el máster en Derecho Público del Estado Autonómico de la Universidad Rey Juan Carlos en el que se matriculó.
El informe médico sobre la hemicránea de la ex dirigente madrileña fue toda una sorpresa para la Sala que aguardaba la comparecencia de la ex dirigente madrileña -prevista para las 9.00 horas-, aunque levantó especial dolor de cabeza en la magistrada Carmen Rodríguez-Medel, que visiblemente enfadada, envió a un forense y una secretaria judicial al domicilio de la ex mandataria popular para que comprobasen su estado de salud.
En menos de un mes, Cifuentes tendrá que declarar como investigada por delitos de cohecho y falsificación de documento público
La falta de asistencia a la cita tenía lugar un día después de que la defensa de Cifuentes solicitase al juzgado de Instrucción número 51 de Madrid que elevase la causa al Tribunal Supremo, una petición a colación de que la jueza pidiera al Congreso de los Diputados la identificación como diputado de Pablo Casado para confirmar su aforamiento y remitir la causa al Alto Tribunal.
Pero Rodríguez-Medel, de momento, se limitó a dar traslado al Ministerio Fiscal del escrito sin suspender la citación que, en vista de los motivos de salud a los que ha alegado Cifuentes para no acudir con la posterior confirmación del forense, se pospondrá al próximo 23 de julio a las 16.30 horas. Así, en menos de un mes, Cifuentes tendrá que declarar como investigada por delitos de cohecho y falsificación de documento público después de que se le hayan ido agotando todas las coartadas con las sucesivas declaraciones de algunos de los profesores del máster de la URJC.
Tres meses de excedencia
De vacaciones. Cabe recordar que desde que abandonase el cargo de presidenta de la Comunidad de Madrid el pasado 25 de abril tampoco ha vuelto a ejercer como funcionaria en la plaza que tiene asignada en la Universidad Complutense de Madrid. De hecho, aún no tiene un departamento asignado.
Cifuentes, que es funcionaria de la Complutense desde hace 27 años, solicitó reincorporarse a su puesto el pasado 9 de mayo tras renunciar una par de días antes a su acta de diputada en la Asamblea de Madrid. Lo hizo presentando un escrito de renuncia a la excedencia que se le había concedido por ostentación de cargo público, ya que la Ley del Estatuto Básico del Empleado Público establece que el trabajador debe solicitar su reingreso al cargo público en el plazo de un mes a partir de la finalización del motivo de la excedencia.
Si bien este paso es fundamental para no perder la plaza de funcionario, con independencia de que luego continúe en la institución o se decante por otra actividad profesional, no implica que, una vez mantenida su plaza, no pueda solicitar otra excedencia. Así lo hizo. El pasado 4 de junio Cifuentes solicitó una excedencia de tres meses antes de reincorporarse a su puesto que, a la espera de que le asignen un departamento concreto, depende directamente de Gerencia.
En estos dos meses desde su dimisión la ex dirigente no ha vuelto a reaparecer en público y menos ante la prensa. Sus apariciones suelen ceñirse a las redes sociales, en concreto, a Twitter e Instagram. Si el pasado 13 de junio utilizó la primera para cargar contra la "hipocresía en grado superlativo" y la "doble vara de medir" ante la polémica del fraude fiscal de Màxim Huerta, la segunda suele emplearla para hacer partícipes a sus seguidores de su vida personal.
De las fotos de Plenos a sus gatos
Sus mensajes distan mucho de las descripciones fotográficas que giraban en torno a los Plenos y, en las últimas semanas, los usuarios de la conocida red social han podido verla disfrutando de un viaje familiar por Munich y Salzburgo, además de conocer a sus gatos, mascotas que suelen protagonizar las conocidas stories (fotografías que se eliminan en 24 horas).
Pero el bautizado como 'Mastergate' no solo ha truncado la carrera profesional de Cifuentes. Varios son los docentes de la Universidad Rey Juan Carlos cuyas vidas han dado un vuelco y, de pasear por los pasillos y despachos de la institución académica han pasado a desfilar por los juzgados y a estar más en contacto con abogados que con alumnos. ¿El último? José María Álvarez Monzoncillo, vicerrector de Posgrado y encargado, por tanto, de suministrar la información de la investigación interna sobre las notas de la expresidenta regional y de Pablo Casado.
Según adelantó El País, el rector de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC), Javier Ramos, cesó este martes a Monzoncillo, lo que provocó un gran revuelo en la universidad pues, junto al catedrático de Derecho Público, Enrique Álvarez Conde, director del instituto que impartía el máster donde se matricularon Cifuentes y Casado, eran reconocidos como dos históricos dentro del Campus de Vicálvaro.