Pedro Sánchez dará el lunes 23 de septiembre en la Cumbre del Clima que se celebra en la sede de la ONU en Nueva York un discurso que coincidirá con la firma por parte del Rey Felipe VI del decreto de disolución de las Cortes para la repetición de elecciones el 10 de noviembre. Y se quedará allí hasta el jueves 26 para asistir, junto con el resto de líderes mundiales a la apertura de la Asamblea General de naciones Unidas.
Será su particular "apertura de campaña electoral", explican a Vozpópuli fuentes socialistas, en un marco presidencial a más no poder: con los ojos del mundo puestos en la principal ciudad estadounidense y con los españoles necesitados más que nunca de "referencias" a las que asirse tras el fracaso de la investidura.
Todo está "medido al milímetro", reconocen en el PSOE, incluida la estrategia publicitaria, que en esta ocasión cambiará el controvertido blanco y negro en los carteles del 28A por el color a fin de reforzar para reforzar esa idea de futuro en el votante el 10N.
Ferraz descuenta ya "una o dos semanas" de ruido contra Sánchez por su responsabilidad en la repetición electoral y eso dará paso al debate: ¿quien es mejor candidato?
En La Moncloa y Ferraz prevén "una o dos semanas" de ruido político y mediático sobre la responsabilidad de Pedro Sánchez en la vuelta de los españoles a las urnas, pero ese debate dará paso a la pregunta: ¿Qué candidato garantiza más la estabilidad en un momento en el que España va a afrontar la sentencia del procés y la consiguiente convulsión en Cataluña, el Brexit y el deterioro de la situación económica?
Y es que sus asesores tienen claro, tras analizar los últimos datos cualitativos del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) y otras encuestas, que el presidente del Gobierno en funciones va a atraer hacia sí voto centrista desencantado de Ciudadanos, y moderado de Unidas Podemos, como para auparse a los 135/140 escaños.
Si eso ocurre, "y el PP remonta a 80 escaños (tiene 66)", mientras Ciudadanos y Unidas Podemos bajan -algún sondeo llega a pronosticar que los de Albert Rivera volverán a ser cuarta fuerza-, "el panorama cambia sustancialmente", señalan las fuentes consultadas. "No es cierto el mantra ese de que unas elecciones no cambian nada", insisten, porque "si vamos a terceras elecciones desaparecen y lo saben".
No depender de ERC
Para Sánchez y su equipo, sin embargo, la idea de la repetición elecciones cobra fuerza desde la investidura fallida del 25 de julio no tanto por venganza sobre Pablo Iglesias y Rivera, sino para "no depender de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC)".
El escenario que dibujan las fuentes consultadas es la de una legislatura sin presupuestos porque el preso Oriol Junqueras y los suyos, aunque quieran, no van a poder facilitar la gobernabilidad en España tras la dura condena que les va a infligir el Tribunal Supremo y la consiguiente efervescencia en la calle catalana.
Eso, dice, de haber podido formar ese gobierno con Iglesias y la abstención de ERC abocaba a Sánchez a sufrir un calvario hasta que legalmente hubiera podido convocar elecciones generales -a partir del 28 de abril de 2020-; por eso, mejor repartir de nuevo cartas ahora con unas elecciones, que no someter al país al retraso en la toma de medidas imprescindibles en materia económica para hacer frente a una posible desaceleración.
