El actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, podría ser el presidente más breve de la democracia española después de que este miércoles haya convocado elecciones generales para el próximo 28 de abril. El fracaso de sus Presupuestos Generales del Estado y la inestabilidad de un Gobierno apoyado sólo por 84 diputados deja su futuro en una incógnita cuando cumple tan sólo 8 meses y 11 días en La Moncloa. Si no resultara elegido en las urnas, después de 10 meses, abandonaría el Gobierno.
Sánchez llegó al poder a través de una moción de censura a su antecesor, Mariano Rajoy, el pasado 1 de junio de 2018, gracias al apoyo de siete grupos parlamentarios diferentes. Podemos; los independentistas ERC y PDeCAT; PNV; Compromís; EH Bildu y Nueva Canaria dijeron "sí" a la propuesta del PSOE de poner fin a la etapa de Rajoy, que se inició en diciembre de 2011. Un mandato que duró algo menos de siete años.
Más largo fue el Gobierno de José María Aznar. Con él, el Partido Popular ocupó el Gobierno durante dos mandatos (1996-2000 y 2000-2004), es decir, durante ocho años; hasta que su sucesor, José Luis Rodríguez Zapatero, devolvió el poder al PSOE y comenzó la segunda etapa del Gobierno socialista con dos legislaturas (2004-2008 y 2008-2011).
El rechazo del Congreso a los Presupuestos es el segundo desde que se aprobó la Constitución en 1978
El primer Gobierno socialista llegó con Felipe González. Fue el ejecutivo más dilatado en el tiempo. Concretamente, 13 años y medio y cuatro legislaturas (entre 1982 y 1996). Por contra, el Gobierno más corto después del actual fue el de Leopoldo Calvo Sotelo (1981-1982), que permaneció sólo un año y dos meses en el poder, con el desfallecimiento de Unión de Centro Democrático (UCD), un partido liderado inicialmente por Adolfo Suárez, el primer presidente de la democracia (1979-1981).
Segundos Presupuestos tumbados
Sánchez podría ser el presidente más breve, pero no es la primera vez que se rechazan unas cuentas públicas en el Congreso desde que se aprobó la Constitución de 1978. Los Presupuestos Generales para 1996, con Felipe González en el Gobierno, ya fueron tumbados. Y entonces, como ahora, también se planteó rápidamente el escenario de unas elecciones anticipadas.
En aquella ocasión el rechazo estaba anunciado y González llevó los Presupuestos al Congreso en septiembre a pesar de que los nacionalistas catalanes de CiU habían retirado en junio su apoyo. En esta ocasión los partidos independentistas, ERC y PDeCAT, también habían amenazando con las enmiendas a la totalidad después de que el Gobierno no respondiera a sus exigencias de autodeterminación y diálogo con un relator.