Política

El PNV confía en que no haya ‘cupo catalán’: teme que el País Vasco acabe pagando más al Estado

El lendakari recordó que la singularidad de su sistema es “muy específica y está reconocida en la Constitución”, no como el pactado por PSC y ERC

  • El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (i)junto al lehendakari, Imanol Pradales -

El PNV cruza los dedos para que el preacuerdo PSC/ERC de investidura de Salvador Illa, que implicaría un concierto fiscal con Cataluña parecido a los del País Vasco y Navarra -sin el blindaje constitucional de estos-, no “contamine” su sistema de financiación desde hace 45 años. Teme que la presión para que ese hipotético cupo catalán sea, sobre todo, solidario con el resto de España acabe con el País Vasco pagando más que ahora en cada liquidación anual con el Estado.

El recelo peneuvista con ERC viene de meses atrás. Ya en marzo, plena precampaña para las elecciones vascas del 21 de abril, cuando el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, reclamó a Pedro Sánchez un concierto económico “como el vasco pero con solidaridad”, el presidente del PNV, Andoni Ortúzar, saltó a la yugular del republicano paa reprocharle ese pero.

“Qué necesidad”, le afeó Ortúzar, al tiempo que recordó a Aragonès que el País Vasco sigue liquidando anualmente con el Estado en base al 6,24% de su recaudación, que era lo que representaba su aportación al PIB español en 1980, cuando se negoció. Cuarenta años después esa aportación ha caído hasta el 5,94% aunque el índice de cálculo del cupo no se ha corregido.

Que Compromis lo tumbe

Lo que desean en privado no pocos dirigentes jeltzales es que el fuerte rechazo de las federaciones socialistas, por un lado, y la pretensión de varios socios de gobierno -Compromis, BNG y Chunta Aragonesista- de extender el cupo a sus territorios, acabe tumbando en las Cortes el concierto catalán porque haga inviable el sistema en su conjunto; que todo se reduzca a una reforma de la Ley Orgánica de Financiación Autonómica (LOFCA) -el sistema lleva caducado ocho años- pero con Cataluña dentro del régimen común.

En público, eso sí, el lendakari, Imanol Pradales, se felicitó este lunes -tras Recibir a Sánchez en Ajuria-Enea- de un pact PSC/ERC que “aumenta el autogobierno” de Cataluña, pero marcó distancias y pidió no mezclar debates: la singularidad del Concierto Económico vasco es "muy específica y está constitucionalmente reconocida", recordó a ERC y al resto de partidos nacionalistas catalanes, a modo de aviso a navegantes.

Cuadros del PNV y del anterior Gobierno Vasco admiten que el debate resulta “incómodo” porque se está planteando de forma cruda al calor de la investidura de Illa, y porque, 45 años después, la foralidad de los dos pequeños territorios -País Vasco hoy no llega al 6% de todo el PIB español, Navarra no llega al 2%- se sigue viendo como un “agravio” a la igualdad entre españoles

Cuadros del PNV y del anterior Gobierno Vasco reconocen en privado a Vozpopuli que el debate les resulta “incómodo” porque se está planteando de forma muy cruda al calor de la investidura de Illa, y porque, 45 años después de implantada, en el resto del Estado la foralidad de los dos pequeños territorios -País Vasco hoy aporta sólo el 5,94% al PIB español, Navarra el 1,64%- se sigue viendo como un “agravio” a la igualdad entre españoles.

Por eso ese interés en no mezclar lo suyo con la nueva singularidad catalana que muchos en el País Vasco temen, no ya porque haría mucho más visible la desigualdad entre las regiones más ricas y las más pobres, sino porque reconocen que haría poco menos que “inviable” el funcionamiento de un Estado Español tan asimétrico en riqueza. Mezclarse con un hipotético cupo catalán resulta letal para los nacionalistas vascos y los foralistas navarros.

No hay que olvidar que Cataluña es, después de Madrid (19,44%), el territorio que más aporta al PIB nacional: un 19,01 por ciento; Valencia aporta un 9,33% y Baleares, 2,51. Entre las cuatro más el País Vasco y Navarra suman el 57,87% del PIB español. Tener agencia tributaria propia en cada uno de esos territorios, que pasarían a ser poco menos que independientes fiscalmente del resto de España, “dificultara la lucha contra el fraude” porque se cruzará menos información que ahora, denuncia la asociación de inspectores GESTHA.

Si las ‘ricas’ Madrid y Baleares también reclaman su “singularidad” para recaudar el cien por cien de todos los impuestos -Valencia ya ha dicho que lo hará-, solo quedarían en el régimen común de financiación las once autonomías más pobres. “No hay Fondo de Compensación ni Fondo de Nivelación de Servicios que cubra eso”, alertan diversos centros de estudio.

Es decir que si, además de Cataluña, Madrid y Baleares reclaman su “singularidad” para recaudar el cien por cien de todos los impuestos en sus territorios como la Generalitat -Valencia ya ha dicho que lo hará en virtud de la llamada cláusula Camps de su estatuto-, las que quedarían en el llamado régimen común de financiación serían las once más pobres, que entre todas sólo suma un 42,13% del PIB español.

Llegados a ese punto “no habría Fondo de Compensación Interterritorial ni Fondo de Nivelación de Servicios que cubriera el inmenso agujero fiscal que se crearía”, alertan dos expertos en el estudio de la financiación autonómica.

Antxustegi: “No se toca”

Ese escenario explica, en parte, el nerviosismo del PNV. Si el sistema saltara por los aires por una mala aplicación, el siguiente en ser cuestionado sería el Vasco. De hecho, su portavoz en el Parlamento vasco, Joseba Díez Antxustegi, advirtió el jueves, tres días del primer pronunciamiento del lendakari, que el Concierto Económico vasco "no se toca".

Antxustegi rechazó que su sistema de concierto sea insolidario con el resto de autonomías y puso el foco en el riesgo de que surjan, a partir del debate catalán, "movimientos reaccionarios que planteen una regresión en el autogobierno" del País Vasco.

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