El PNV, EH Bildu y Elkarrekin Podemos mantendrán, en las propuestas que presentarán este miércoles en la ponencia de autogobierno para las bases de un nuevo estatus, su defensa del derecho a decidir, si bien el grupo liderado por Lander Martínez insistirá en que éste se debata en una mesa paralela a la que trabaje en la modificación del actual estatus, algo que ya rechazaron los 'jeltzales' y la formación soberanista en dos reuniones anteriores del foro.
Por su parte, el PSE-EE incidirá en "las posibilidades de acuerdo" para reformar el Estatuto de Gernika, sin superar el marco de la reforma estatutaria porque el texto sería rechazado por el Congreso y, en "el peor" de los casos, se reproduciría un escenario como el de Cataluña. Por su parte, el PP abogará porque no reformar la Ley Orgánica actual y rechazará que se incluya "el derecho de autodeterminación", según han informado a Europa Press fuentes parlamentarias.
De esta forma, las diferentes formaciones, a la espera de cómo se redacten sus planteamientos, mantendrán los principios que ya defendieron hace dos años en sus respectivas propuestas para un nuevo autogobierno en el País Vasco. En su pasada reunión del 20 de diciembre, en el seno de la ponencia, se pidió que mañana cada partido concrete sus aportaciones en un documento, en el que, sobre la base el actual Estatuto de Autonomía, plantearán su propuesta de nuevo estatus.
Con estas aportaciones, la presidenta de la ponencia, Jone Berriozabal, deberá elaborar un informe que se trasladará a un grupo de expertos o a una institución -según decida este foro parlamentario- para que redacte un texto articulado. Este documento se remitirá, posteriormente, a la ponencia, y los grupos que asuman su contenido lo tramitarán como proposición de Ley. De esta forma, se iniciará el trámite parlamentario ordinario.
"Comunidad Estatal Vasca"
Hasta el momento, tan solo EH Bildu ha dado a conocer un resumen de la propuesta que presentará mañana y que lleva por título 'De la Autonomía a la soberanía', con las bases que considera que debe incluir un nuevo estatus político para una "Comunidad Estatal Vasca".
En él reclama que el reconocimiento del derecho a decidir y las condiciones para su ejercicio sean "contemplados" en el nuevo estatus, así como la posibilidad de plantear una negociación con el Estado sobre "los términos de un eventual referéndum de secesión".
Además, considera que "no se puede limitar el contenido de la reforma a lo establecido por la legalidad hoy vigente o a su actual interpretación". De esta forma, cree que "el principio de legalidad aplicado al proceso de reforma estatutaria se proyecta sobre el procedimiento" y no sobre su contenido.
El documento, que algunos han considerado "más posibilista" y enfocado a lograr un acercamiento a los planteamientos del PNV, admite que "sería conveniente que el sistema político español adoptara una estructura material o formalmente (con)federal, de carácter plurinacional, que asumiera el derecho a decidir de las distintas naciones (con)federadas".
Como cree "improbable", en estos momentos, una reforma constitucional" que "reconozca la soberanía o poder constituyente del pueblo vasco y su estatalidad", apuesta por "una interpretación abierta" de la Constitución y apela a los derechos históricos para hacer "viable" un nuevo estatus, planteamientos que ya realizó la formación dirigida por Andoni Ortuzar.
También recoge otros principios de los 'jeltzales' como la bilateralidad en las relaciones con el Estado, la realización de un referéndum habilitante del texto de nuevo estatus, una vez aprobado en el Parlamento vasco y antes de que llegue a las Cortes, o la posibilidad de incluir una fórmula de "veto territorial", lo que sería "un pase foral actualizado" -para no cumplir órdenes que atenten contra la legislación propia-, un concepto que ya defendió el 'lehendakari', Iñigo Urkullu.
El PNV, por su parte, no ha adelantado en qué consistirá su planteamiento, aunque, en todo caso, recogerá los 11 principios en los que, a su juicio, debe basarse el nuevo autogobierno vasco, entre ellos, el derecho de decidir, la bilateralidad, la conjugación entre principio de legalidad y principio democrático, o el reconocimiento de la "identidad nacional".
Elkarrekin Podemos tampoco ha revelado cuál será la concreción de su texto, pero ya ha afirmado en reiteradas ocasiones que su defensa del derecho a decidir es más social que territorial -lo que le diferencia de los postulados nacionalistas-, y la necesidad de que el debate sobre nuevo estatuto y el derecho a decidir se haga en dos mesas separadas, de forma que no se bloquee la ponencia o se aboque al fracaso el texto estatutario ante un eventual rechazo en las Cortes.
La pretensión del grupo que dirige Martínez es, además, que el PSE-EE no se quede fuera de un consenso de reforma del autogobierno vasco, del que, prácticamente, se da por hecho que se descolgará el PP, que ha defendido que no haya reforma estatutaria, que se preserve el actual Estatuto de Gernika --explotando sus potencialidades-- y ha rechazado que se contemple "el derecho de autodeterminación".
Buscar las coincidencias
Por su parte, el PSE-EE se ha mostrado "optimista" en cuanto a la posibilidad de llegar a consensos y ha asegurado que no cejará en su empeño de buscar "coincidencias" que sirvan para avanzar en la construcción de unas bases que permitan encargar la elaboración, posteriormente, de un texto articulado.
Tal como ya ha adelantado su secretaria general, Idoia Mendia, los socialistas pretenden que el nuevo Estatuto sea un proyecto "viable y útil", es decir, "una herramienta que permita hacer política en Euskadi", frente a los planteamientos de otros partidos, "que pretenden superar el marco de una reforma estatutaria, ir más allá y que persiguen incluso modificar la Constitución Española".
A su juicio, la labor de la ponencia no debe apartarse de su "verdadero objetivo", el de la modificación estatutaria. En este sentido, ha recordado que, "si hay que reformar la Constitución, debe hacerse en el Congreso de los Diputados".
El PSE-EE cree que, de lo contrario, se rechazaría el Estatuto al plantearse "al margen" de la Carta Magna o podría, incluso, llevar a una situación similar a la catalana. Por ello, ha apostado por aplicar el principio de "realidad" y aprovechar el nuevo texto estatutario para "ampliar los derechos" de los vascos, y clarificar y blindar las competencias del autogobierno.
Tras señalar que repetir un episodio similar al vivido con el 'Plan Ibarretxe' "no conduce a nada", los socialistas insistirán mañana en que hay "un amplio abanico de cuestiones" en las que todas las formaciones políticas están "de acuerdo".
Por ello, cree que, antes de buscar la diferencia, hay que centrarse en lo que les puede unir, con el fin de actualizar el Estatuto de Gernika. "Nosotros vamos a persistir en ese esfuerzo por la búsqueda de acuerdos. No nos vamos a rendir tan fácilmente", han asegurado fuentes de la formación.
En su documento, el PSE-EE recuperará su propuesta de que se dote al Parlamento Vasco de potestad para regular normativamente el sistema tributario vasco, lo que obligaría a reformar la Ley de Territorios Históricos (LTH). Sobre esta cuestión, EH Bildu, en su texto, pretende que se reconozca la autonomía financiera y tributaria de los territorios históricos, "sin perjuicio de la capacidad de armonización por parte de las instituciones comunes, cuando el interés general así lo requiera".