“Que la Presidenta del Congreso anuncie la fecha elegida por Pedro Sánchez sin comunicarlo antes a los grupos (al menos no al nuestro) es una falta de respeto institucional innecesaria”. Con estas duras palabras ha recibido Irene Montero, portavoz de Podemos en el Congreso, el anuncio de Meritxell Batet de que la fecha para la votación de investidura será el próximo 23 de julio. Según Montero, esa maniobra es el “síntoma de que el interés del PSOE es más una investidura fallida que un acuerdo de Gobierno”.
Más tensión y malestar entre Podemos y el PSOE. Un mensaje, el de esta mañana de Montero, que anuncia tormenta. Sobre todo en cuanto a la construcción de un relato que pueda justificar una posible investidura fallida. “El 22 de julio es la fecha elegida por el PSOE para el primer debate de investidura. Sánchez camina a una investidura fallida sin negociar nada con nadie para presionar a Cs, pero es posible un gobierno de coalición progresista en julio. No renunciamos”, ha escrito la portavoz en Twitter.
El 22 de julio es la fecha elegida por el PSOE para el primer debate de investidura. Sánchez camina a una investidura fallida sin negociar nada con nadie para presionar a Cs, pero es posible un gobierno de coalición progresista en julio. No renunciamos.
— Irene Montero (@IreneMontero) July 2, 2019
Por su parte, durante su rueda de prensa, Batet ha insistido en que la intención de Sánchez es resolver el asunto en julio. Batet ha afirmado que el presidente en funciones le ha comunicado que hará “todo lo posible” para que se forme un Ejecutivo “lo antes posible”. La fecha elegida, del 22 de julio para el debate y el 23 de julio para la votación, tiene en opinión de Batet un “objetivo claro: que la investidura prospere y que no sea un mero debate”.
Mensaje un minuto antes del anuncio
Según Batet el margen de más de veinte días en julio para celebrar la votación se explica con la voluntad de que Sánchez hable con los grupos políticos. La fecha ha sido decidida entre ambos dirigentes socialistas después de una llamada telefónica esta mañana. Y la presidenta del Congreso envió un mensaje privado a los portavoces de cada grupo político tan solo un minuto antes de comunicar a la prensa su decisión, según afirman fuentes de la presidencia a Vozpópuli. Esa actuación ha suscitado la crítica de Podemos.
Contrariamente a lo que argumenta Montero, sin embargo, para Batet el interés prioritario de Sánchez es resolver el asunto. Y ha alejado, al menos en el plano retórico, una posible repetición electoral en otoño en el caso de un fracaso de la investidura. “No hemos contemplado la repetición de elecciones”, ha afirmado Batet.
Guerra del relato
Fue Sánchez quien amenazó primero con una repetición electoral. Pero desde las filas socialistas han decidido en estos días frenar esos ataques que consideran pueden ser contraproducentes desde el punto de la opinión pública, como avanzó este diario.
La batalla, en este sentido, es eminentemente retórica entre Podemos, Ciudadanos y el PSOE, y se resume en evitar convertirse en el responsable de una segunda convocatoria electoral. Después de la primera votación en el Congreso, a Sánchez le quedarán 60 días para lograr resolver el embrollo. En caso contrario, se irá automáticamente a las urnas.