Política

Podemos cambiará su código ético en un Vistalegre 'virtual' para sortear la orden sobre el coronavirus

La cúpula morada no quiere que se prolongue el incumplimiento de los estatutos tras la entrada en el Gobierno. Una denuncia de los militantes sobrevuela la formación

  • Imagen de Vistalegre II

Podemos mantiene su calendario para que se celebre el congreso de Vistalegre III el próximo 21 de marzo, aunque sea por vía telemática. El partido morado evitará reunir a sus militantes en la cubierta de Leganés tras la prohibición del ministerio de Sanidad de celebrar reuniones con más de mil asistentes en espacios cubiertos por el coronavirus. De esa manera, Podemos podrá cambiar los estatutos internos cuanto antes, limitando el plazo de incumplimiento de la cúpula morada de los mismos, y sin que se visibilicen críticas internas.

“Siguiendo indicaciones de las autoridades competentes, queda suspendido el encuentro previsto para el 21 de marzo en Leganés. El proceso de la Asamblea, al ser telemático, seguirá su curso con normalidad y los resultados de la votación serán publicados en las fechas previstas”, anunció el pasado martes del secretario de Organización, Alberto Rodríguez.

De esta manera, Pablo Iglesias y su cúpula podrán ratificar el cambio de los estatutos que ya han anunciado, y que contemplan la suspensión del límite salarial y de mandato, además de la anulación del veto a duplicar cargos públicos. Después de la entrada en el Ejecutivo, dirigentes como Iglesias e Irene Montero están incumpliendo dicha norma al sumar más de un cargo público. Tienen, de hecho, un doble sillón: el de ministro y de representante en el Congreso.

Fuentes de Podemos sostienen que la decisión de Iglesias de adelantar Vistalegre III (estaba previsto para 2021) coincidió con la necesidad de corregir cuanto antes esa situación. En el partido, de hecho, temen que ese incumplimiento pueda ser impugnado a niveles internos, y obligar a Iglesias, Montero y otros dirigentes a decidir si estar en el Gobierno o en el Parlamento.

El peligro para ellos es que si se decantan por el Ejecutivo, su futuro político quedaría en manos de Pedro Sánchez, que tiene plena facultad para prescindir de ellos.

Demanda de los militantes

Por otro lado, un grupo de militantes está finiquitando el texto de una demanda que quiere presentar contra Iglesias y otros tres dirigentes. En dicha demanda, que adelantó Vozpópuli, apuntan a que el incumplimiento de los estatutos de Podemos infringe la Ley de Partidos Políticos, y piden al juez la aplicación de medidas cautelares para invalidar la candidatura de Iglesias.

El secretario general pudo haber aplazado el congreso, tal y como ha hecho Ciudadanos, pero prefirió decantarse por una convocatoria a puerta cerrada con conexión por Internet. La clave será la votación, que aunque será telemática (como todos los congresos), tendrá plena validez jurídica. Con coronavirus o sin él, la orden parece clara: el congreso tiene que celebrarse cuanto antes para modificar los estatutos fundacionales de Podemos; y si no hay mucho debate, mejor.  

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