Podemos pidió este jueves al PSOE de Pedro Sánchez que aparque los "reproches" sobre la investidura fallida del pasado mes de julio y que cambie el "tono duro" que está empleando la vicepresidenta del Gobierno en funciones, Carmen Calvo, si quiere negociar para que no se repitan las elecciones generales del pasado 28 de abril y España tenga un Ejecutivo "estable que permita gobernar 4 años".
La portavoz adjunta de Podemos en el Congreso de los Diputados, Ione Belarra, advirtió en una entrevista en RNE de que "los reproches no son buenas para retomar la negociación" que fracasó en julio por falta de tiempo para concretar la coalición.
Belarra lamentó que Pedro Sánchez dio entonces apenas "48 horas" para que Pablo Iglesias aceptara la fórmula planteada por el PSOE para que Podemos entrara en el Ejecutivo y pidió retomar las conversaciones donde lo dejaron.
A su juicio, el PSOE carece de razón cuando sostiene que aquella oferta de coalición quedó obsoleta con la investidura fallida y que ya no se plantea integrar a ministros de Podemos. "Una negociación de gobierno no es un yogur que caduca", apostilló.
Una respuesta "más elaborada" de Sánchez
Belarra reclamó a Sánchez que lea y analice a fondo la propuesta programática de más de 100 páginas que el martes por la mañana Unidas Podemos envió al PSOE como primer paso para volver a negociar y confió en recibir "una respuesta más elaborada y menos en caliente" que el rechazo expresado esa misma mañana desde las filas socialistas.
Recordó que en los comicios del pasado 28-A "los ciudadanos nos pidieron que no gobernaran las tres derechas" y eso obliga a un acuerdo entre Unidas Podemos y PSOE, por mucho que la formación de Sánchez mantenga ahora "una actitud enrocada".
"Es hora de dejar a un lado los reproches y sería bueno que ese tono cambiara", dijo. "No es hora de palabra gruesas ni de reproches". "No entiendo la actitud del PSOE de no querer sentarse a negociar".
Belarra agregó que sería una "irresponsabilidad" tener que repetir las elecciones generales de abril y, por eso, incidió en que conviene "no esperar hasta el último minuto", como cree que se hizo en julio con la estrategia de "presionar al resto de grupos parlamentarios".