La salvaje campaña política con motivo del referéndum de Reino Unido del Brexit y las elecciones presidenciales de EEUU en 2016, donde fue elegido Donald Trump, estuvieron salpicadas de multitud de denuncias por los intentos de manipulación de los votantes a través de las redes sociales. Ahora, Twitter ha tomado la decisión de prohibir a partir de noviembre la "propaganda política pagada".
La difusión de mensajes falsos en redes sociales y de la compra de anuncios han provocado que Twitter tome medidas. Así, la política definitiva de la compañía al respecto será publicada el 15 de noviembre y empezará a ser aplicada a partir del 22 de ese mismo mes. Pero, ¿por qué Twitter prohibirá la propaganda política pagada?
"Creemos que el alcance del mensaje político debe ser ganado, no comprado", ha dicho la red social para asegurar que "un mensaje político gana alcance cuando la gente decide seguir una cuenta o 'retuitear'. Pagar para ese alcance acaba con esa decisión, forzando mensajes altamente optimizados y dirigidos sobre la gente", ha argumentado.
Twitter considera que esta libre elección del usuario no debe verse perjudicada por "el dinero". Según la red, "la publicidad en Internet es increíblemente poderosa y muy efectiva para anunciantes comerciales", pero ese poder supone "riesgos significativos para la política", puesto que puede ser utilizada para "influenciar en votos de millones de personas".
Además, la red afirma que este tipo de actuaciones "daña su credibilidad". Twitter dice que pierde credibilidad si vende que trabajan para evitar la "información engañosa", pero después si alguien les paga, pueden hacerlo.
Pero, ¿dónde tiene su origen esta decisión?
'Fake news' en la campaña de Donald Trump
El magnate y presidente de EEUU, Donald Trump, fue uno de los protagonistas de estas polémicas actuaciones en Internet. Uno de sus anuncios de la campaña presidencial de 2016 en Facebook incluía datos falsos sobre su rival del Partido Demócrata, Joe Biden.
La envergadura de este tipo de redes es tal que un simple click en el botón compartir en uno de estos anuncios puede llegar a millones de personas. En esa ocasión, Facebook se negó de manera férrea a retirarlo de su red.
La respuesta del magnate a esta decisión de Twitter (empresa que pertenece a Facebook) no se ha hecho esperar. Escasas horas después de que se conociese que no permitirá propaganda pagada, la campaña del presidente estadounidense ha asegurado que es una medida "estúpida".
Asimismo, su jefe de campaña, Brad Pascale, ha lanzado un comunicado (precisamente en esta red) en el que indica que la decisión va a perjudicar principalmente a los conservadores y los "silenciará". No solo eso, ha querido alertar a la compañía aseverando que sufrirá pérdidas de millones de dólares.
Salvaje campaña del Brexit
El largo proceso del Brexit, que tras tres años desde que el exprimer ministro británico David Cameron anunciase que se celebraría un referéndum, aún se desconoce cómo acabará, también se vio salpicado por el polémico uso de las redes sociales.
En este caso, en la campaña influyó la compañía AggregateIQ. A través de algoritmos y la creación de un software, se creó la campaña más salvaje conocida hasta el momento, pero todo sin que los británicos fueran conscientes de ello.
La estrategia fue matar el pensamiento convencional. Cuando quedaban algo menos de 200 días para el referéndum, conocieron las posibilidades de invadir la privacidad de cada aspecto vital de los ciudadanos. Todo para obtener una base de datos incalculable para condicionar el pensamiento de los votantes.
Mediante herramientas tan simples como responder a una pregunta o jugar a un juego a través de Facebook, se forma una serie de patrones que van alimentando la red con millones de datos. La campaña por el Brexit hizo llegar a los británicos cerca de mil millones de anuncios de enfoque selectivo.
En ese caso, el pasado año la Comisión Electoral halló en la campaña de salida una vulneración de la Ley Electoral. Una buena forma de entender todo esto es ver 'Brexit: The Incivil War'.
¿Qué dice Facebook?
En EEUU, el Partido Demócrata se han mostrado a favor de la decisión de Twitter y han valorado la posibilidad de que Facebook haga lo mismo. "Mark Zuckerberg ha dicho que no quiere la responsabilidad de bloquear contenido político falso", señalan.
"Si realmente ese es el caso y no un intento desesperado de placar a la extrema derecha, Facebook debe seguir el camino de Twitter y quitar estos anuncios de su página web", añaden. Habrá que esperar qué decisión toma quien ya se ha visto implicado en diversos casos de esta índole, por lo que debió comparecer, incluso, en Congreso de Estados Unidos.
La política de Twitter
Lo cierto es que Twitter ya comenzó a introducir cambios en su política este verano. Su objetivo era "encontrar un punto de equilibrio entre la libertad de expresión, el fomento de la responsabilidad y reducir el daño de ciertos tuits".
¿Qué hizo entonces? Anunció que aquellos tuits que incitan al odio o promueven la violencia o actuaciones incorrectas, serían eliminados. Sin embargo, en el caso de los políticos no sería así, por el momento.
Si los mensajes provienen de políticos se mantendrían por "interés público", pero en ellos aparecería una advertencia que indicaría que el algoritmo de Twitter no promovería el mensaje. Es decir, que perdería visibilidad porque no aparecería ni en las búsquedas ni en los mejores mensajes ni en las recomendaciones ni en el apartado "explorar".