Sin rivales ni tensiones internas, Xavier García Albiol será elegido nuevo presidente del PP de Cataluña en sustitución de Alicia Sánchez-Camacho en el congreso del próximo 25 de marzo, al que Mariano Rajoy tiene anunciada su asistencia. El actual coordinador del partido ha conseguido el doble de avales que su predecesora, más de 1.800 pese a los 700 de Camacho.
El que fuera el acalde de Badalona, el más votado de toda Cataluña, ha logrado sortear todo tipo de intrigas y reticencias en el seno de su propia formación. En Génova se comentaba que, pese a su carácter firme, no había logrado hacerse con el liderazgo en su demarcación, un argumento que los hechos acaban de desbaratar. Albiol lleva preparando este momento desde tiempo atrás e incluso tiene ya planificado una serie de recambios en la cúpula de su formación, con el 'fichaje' de nuevas caras y la salida de algunos clásicos, como Jordi Cornet, secretario general, hombre clave en todas las campañas electorales del partido, amén de presidente de la poderosa Zona Franca de Barcelona.
La 'operación diálogo'
En los últimos meses surgieron varios nombres para ocupar su puesto. Intentonas que no han coronado en éxito. Hombre paciente y contumaz, Albiol ha atravesado momentos muy complicados, en especial desde la puesta en marcha de la denominada ‘operación diálogo’, impulsada por la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría. El partido quedó relegado a un segundo plano. Algunos dirigentes catalanes mostraron su malestar con la situación. Enric Millo, nombrado delegado del Gobierno, se convirtió en embajador plenipotenciario de la Moncloa así como en interlocutor imprescindible entre el Gobierno central y la Generalitat.
El episodio más incómodo coincidió con la entrevista secreta celebrada en enero entre Mariano Rajoy y Carles Puigdemont. Millo fue el primero en desvelar que había contactos ocultos. Albiol lo desmintió y quedó en evidencia, al igual que buena parte de los dirigentes de Pedecat, ignorantes de tal encuentro.
La elección de Albiol pone punto final a un proceso de interinidad en el partido en un momento sumamente complicado. Los indepentistas alternan sus comparecencias ante los tribunales con un empeño por acelerar los tiempos del denominado ‘procés’, con fórmulas estrambóticas para consumar una aprobación ‘exprés’ en el Parlament del cronograma de la ‘desconexión’.
Prácticamente descartada la posibilidad de la celebración del anunciado referéndum ilegal, las fuerzas políticas catalanes se preparan ya para la posibilidad de unas elecciones anticipadas, que tendrían lugar en torno a la fecha ‘mágica’ del Once de septiembre. Albiol sería el candidato del PP, en su condición de presidente regional. Su objetivo sería relanzar a su partido, que cuenta ahora tan sólo con once escaños en la Cámara catalana, menos de la mitad de los que tiene Ciudadanos. Inés Arrimadas, la figura ‘naranja’ en Cataluña, acaba de ser ascendida al cargo de portavoz nacional de su formación, con vistas asimismo reforzar su imagen pública y su presencia continua en los medios.
La precandidatura de Albiol a la presidencia regional coincide con la citación, hecha pública este martes, para que la vicepresidenta del Gobierno y Jorge Moragas, jefe de Gabinete de Rajoy, comparezcan ante el Parlament para explicar su relación con la denominada ‘operación Cataluña’ en la que altos cargos del Ejecutivo Central habrían desarrollado actividades extraoficiales para frenar el desafío secesionista.