El laberinto catalán y el juicio a los golpistas del ‘procés’ determinarán en buena parte el resultado de las elecciones autonómicas y municipales de mayo, según se comenta en la cúpula del Partido Popular. El principal beneficiario de este escenario será Vox, que, en su condición de acusación particular contra los golpistas, utilizará el eco mediático de las sesiones del Supremo para reforzar su imagen de ser el más firme combatiente del secesionismo en toda España.
Pablo Casado tiene previsto incrementar aún más sus declaraciones y actuaciones contra el órdago independentista, una estrategia que le funcionó en Andalucía frente a Susana Díaz. El argumento es el mismo: Pedro Sánchez está en la Moncloa gracias al voto de los separatistas a quienes colma de dádivas y gestos generosos a cambio de mantenerse en el Falcon y en el poder. Una jaculatoria similar a la que viene recitando Albert Rivera, y lo seguirá haciendo. PP y Ciudadanos, en este frente, caminan parejos, aunque no revueltos.
Comparecencias cotidianas
Ahora el PP tendrá sin embargo un par de obstáculos que sortear para mantenerse en su línea de ser el único partido que garantiza la unidad de España. De un lado, que es Ortega Smith, el número dos de Santiago Abascal, quien comparecerá diariamente ante los medios como representante legal de Vox en el proceso.
Un plus de protagonismo clave en plena precampaña electoral. Ortega ya desempeñó idéntica función en las previas judiciales del caso, con enorme repercusión social. Fue el momento de su consagración político. A partir del día 12, le toca un papel aún más agradecido puesto que el proceso entra en su fase decisiva, con casi 500 periodistas acreditados.
El otro factor inconveniente para el PP radica en que que la comparecencia de Mariano Rajoy y Soraya Sáenz de Santamaría como testigos en este proceso no sumará precisamente puntos al PP. El expresidente del Gobierno y su vicepresidenta consumaron un irreparable fracaso con la denominada ‘Operación Diálogo’, auténtico fiasco de estrategia negociadora con los cabecillas del golpe.
Ortega Smith pondrá enorme interés en preguntar sobre la aplicación del 155 light y calamitoso, en el que tanto el PP como Cs y el PSOE unieron sus voluntades para redondear una iniciativa que resultó errada
Rajoy y Santamaría, asímismo, miraron hacia otro lado durante los preparativos de la celebración del referéndum ilegal del 1-0, empeñados en que jamás se celebraría. Se celebró, hubo urnas, hubo decenas de colegios electorales abiertos, hubo un desastre de actuación policial. En suma, un general despropósito.
Finalmente Ortega Smith pondrá enorme interés en preguntar sobre la aplicación del 155 light y calamitoso, en el que tanto el PP como Cs y el PSOE unieron sus voluntades para redondear una iniciativa que resultó errada puesto que tan sólo sirvió para convocar unas elecciones en las que los independentistas volvieron a controlar el Parlamento.
Contrarrestar todas estas sesiones y, en especial, el mal trance de las comparecencias de Rajoy y Santamaría, será uno de los principales objetivos de Pablo Casado de cada a los comicios de mayo. Cierto que el 'nuevo PP', el surgido de las primarias, poco tiene que ver con el de Rajoy.
En el asunto catalán, más bien está en las antípodas. "Pero la marca resultó severamente dañada en este asunto, y ahora volverá a serlo", dice una fuente de Moncloa. "A los únicos que les beneficia será a los extremos. A los separatistas de un lado, que convertirán el proceso en un juicio de la democracia española, y a Vox, que es el único partido que se mantiene como acusación de los golpistas".
