El Partido Popular prepara un relanzamiento de su imagen al cumplirse cuarenta años de su fundación, según anunció el coordinador general Fernando Maíllo. Una serie de actos y exposiciones integran el programa que arranca en septiembre y culmina a finales de año con una Convención Nacional de autoafirmación.
La marca PP atraviesa por uno de los momentos más complicados de su historia. Asaeteado por incontables casos de corrupción, con numerosas causas pendientes de los tribunales y con su presidente en vísperas de testificar ante la Audiencia Nacional, la dirección nacional ha puesto en marcha un programa de celebraciones aún por concretar y sin el lema decidido. Dirigentes, militantes y simpatizantes de la formación coinciden en señalar este punto como el aspecto más negativo de cuantos sacuden actualmente a su partido.
El partido de la estabilidad
Cinco foros serán el eje del programa, con enunciados sobre democracia, Europa, Estado de bienestar, libertad y organización territorial, en el que participarán expertos, pensadores, analistas, periodistas y miembros del PP. Exposiciones y mesas redondas, conferencias y debates recorrerán todas las comunidades españolas en un esfuerzo por limpiar la marca y por recordar el papel de partido de cohesión y de impulso a la estabilidad democrática en nuestro país. "Tenemos motivos para expresar el orgullo por la labor realizada", señaló Maíllo al anunciar esta iniciativa, que coincide con el 40 aniversario de las primeras elecciones generales tras la caída de la dictadura franquista. Recordó el número tres de Génova que el PP es el partido mayor de Europa, con casi 800.000 afiliados, una cifra en trámite de revisión y ajuste dado que una gran parte de sus militantes están al margen de la actividad del partido.
La orden de Rajoy es cerrar los congresos antes de julio, para afrontar el riesgo de unas elecciones generales anticipadas
Los populares salen ahora de una intensa ronda de congresos regionales y provinciales en los que se está procediendo a la renovación de sus estructuras, con importantes cambios en las respectivas direcciones. El proceso, que lidera Fernando Maíllo, está discurriendo sin demasiados incidentes, salvo algunos obstáculos aún por resolver en Valencia y Gerona, donde se viven tensiones internas de alto voltaje. La orden de Rajoy fue la de cerrar estos congresos antes de julio, para afrontar el riesgo de unas elecciones generales anticipadas. No parece que tal cosa vaya a ocurrir ya que el PP ha logrado cerrar con siete formaciones un acuerdo de respaldo a sus presupuestos, lo que le permitirá alargar la legislatura al menos un año y medio más.
Feijóo, sin la gaviota
El PP, fundado por Manuel Fraga en 1976, celebró su primer congreso nacional en 1977, en el que Federico Silva resultó elegido presidente y el propio Fraga secretario general. En 1989 se produjo la refundación del PP, bajo el impulso de José María Aznar, con quien alcanzó la mayoría absoluta en 2006.
Algunas voces críticas han sugerido la posibilidad de que el partido cambie su nombre, para alejarse del estigma de los escándalos. No ha cuajado tal sugerencia aunque hay líderes regionales, como Alberto Núñez Feijóo, que se presentan en sus campañas electorales sin la gaviota (un charrán, en puridad) ni las siglas de su partido, quizás porque considera que restan más de lo que suman.