Vox reclama puestos de relevancia en el Ayuntamiento madrileño. Martínez Almeida, el nuevo alcalde madrileño, distribuyó la titularidad de las concejalías y las juntas de distrito tras su toma de posesión, tal y como estipula la actual normativa. Desde el partido de Abascal se reclaman al menos dos juntas de distrito, tal y como aparecen en el agónico pacto suscrito de madrugada en la víspera de la constitución del Consistorio.
El partido de Abascal ha cancelado el encuentro apalabrado con el PP para alcanzar un acuerdo sobre el futuro de la Comunidad. La investidura de Isabel Díaz Ayuso está, pues, en el aire. Los populares asisten con notable hartazgo a esta estrategia negociadora de Vox. "Dicen una cosa, luego hacen otra, mienten, se inventan cosas, un galimatías", señala una fuente del PP madrileño. Hay mucho postureo y enorme afán de protagonismo en Vox, añaden estas fuentes. De momento, Rocío Monasterio, su líder en la Comunidad, ha cancelado todo contacto con el PP hasta que no se solvente el asunto de los distritos. Es decir, primero el Ayuntamiento, cuestión que parecía cerrada, y luego el Gobierno autonómico.
Pelea por las sillas
Un laberinto negociador sin fácil salida ya que Ciudadanos no está por la labor de cederle parcelas de poder a Vox. Ni en el Consistorio ni en la Comunidad. Las juntas de distrito se entregarán en cuestión de días, según asegura Almeida. Las consejerías ya es otra cuestión. Mucho más difícil. Monasterio reclama "la parcela de poder proporcional" que le corresponde a sus doce diputados. Desde el PP se responde que no hay acuerdo alguno en el que se haya firmado semejante pretensión. El diálogo está en un punto muerto y los populares apuntan que Abascal tendrá que reconsiderar su postura intransigente, salvo que quiera volver a elecciones.
Ignacio Aguado, de Ciudadanos, considera que el retorno a las urnas sería un fracaso de todos los partidos e insta a todas las partes a superar el actual bloqueo. El dirigente naranja asegura que es imprescindible trasladar al Gobierno madrileño lo que han decidido las urnas, es decir, que haya una mayoría de centroderecha en el Ejecutivo. Una situación endiablada que, comentan en Génova, finalmente se superará ya que hasta ahora "las negociaciones tanto con Cs como con Vox han llegado a buen puerto y Madrid no va a ser menos".