Pedro Sánchez ha desvelado que su primer acuerdo con Mariano Rajoy en relación a Cataluña es mantener el llamado 155 económico: el control total de las cuentas de la Generalitat, que se inició antes de la aprobación por el Senado el 26 de octubre pasado de la intervención de la Generalitat.
Es uno de los "cinco acuerdos" a los que han llegado ambos mandatarios. Los otros cuatro son: respuesta "firme, serena, proporcional y de forma pactada" entre los partidos constitucionalista, ante cualquier acto ilegal del nuevo presidente de la Generalitat, Quim Torra; rechazo ante cualesquiera "estructuras paralelas" de gobierno en Cataluña o en territorio extranjero; mantener unidad de las fuerzas democráticas; y "acción exterior" para denunciar en los foros internacionales de las declaraciones "supremacistas y xenófobas" de Torra.
"Me repugnan todas y cada una de las declaraciones que ha hecho este señor, que no representan a una sociedad, la catalana, que es tolerante y europeísta", insistió Sánchez, que en breve viajará a Portugal y comenzará a denunciar allí esos postulados.
"Nada tiene que ver el 155" con el control de todas las cuentas de la Generalitat para garantizar que irá un euro a financiar el ilegal ' Consejo de la República'
De momento, lo prioritario es la economía. "Vamos a supervisar las cuentas públicas", ha insistido Sánchez en una multitudinaria rueda de prensa tras verse una hora en La Moncloa con el presidente del Gobierno, para comprobar que no se dedica ni un euro a la creación de "estructuras paralelas" como el llamado Consejo de la República con sede en el extranjero para reconocer la legitimidad de Carles Puigdemont.
"Vamos a poner no un ojo, sino los dos" en lo que hace Torra con el dinero público porque no se fían después de escuchar sus postulados unialateralistas.
El líder socialista ha explicado que "nada tiene que ver el 155" con esa supervisión de las cuentas, y si es necesario otro 155, que el PSOE apoyará "la naturaleza de la aplicación será lógicamente distinta" porque es "de sentido común" que, de prolongar la intervención, va para un tiempo mucho más largo del que lo ha sido el aplicado en octubre -simplemente con el objetivo de la convocatoria electoral el 21-D-.
"La idea fundamental es que no hay dos legitimidades, hay una, que es la que emana de la Constitución y el Estatuto; y el señor Torra insiste en plantearla, se va a encontrar con un muro", explicó. Y lo van construir el Gobierno y el principal partido de la oposición de la mano, mediante una "respuesta contundente" del Estado, "firme y proporcional".
Duro ataque de Sánchez a Rivera, al que acusa de "aznarizarse" para ganar votos fuera de Cataluña a costa de dinamitar la unidad de los partidos democráticos
Desde el punto de vista político, el solo nombramiento de un conseller preso "no es propio" de un gobierno democrático, es "una provocación, un despropósito", porque, en primer lugar, no habría "rendición de cuentas" del encarcelado ante el propio Parlament de Cataluña.
Sánchez ha dedicado gran parte de su intervención a atacar al líder de Ciudadanos, Albert Rivera, al que acusa de "aznarizarse", de traer "las peores prácticas de la derecha", el enfrentamiento entre territorios y entre españoles, para ganarse unos votos fuera de Cataluña.
Le ha pedido que reflexione y esté "a la altura" de la gravedad del desafío que supone la vuelta al unilateralismo por parte del nuevo presidente de la Generalitat