La advertencia de Ferraz para frenar cualquier fórmula que dependa de Bildu ha caído en saco roto. En el PSOE navarro lo tienen claro: van a intentar gobernar a toda costa. Para ello, la formación que lidera María Chivite iniciaba este miércoles su ronda de contactos con sus hipotéticos socios: Geroa Bai, Podemos e IU. En público, los socialistas aseguran que existe sintonía con la dirección federal del partido. Y en privado admiten que no entienden tanto temor porque ellos solo quieren hacer "lo mismo que hizo Pedro Sánchez con la moción de censura".
Las fuentes del PSN consultadas por Vozpópuli insisten en que no van a cambiar de opinión ni por las advertencias provenientes de Ferraz ni por la oferta de UPN para respaldar la investidura de Sánchez a cambio de gobernar en la región. Sus planes siguen siendo los mismos: formar un gobierno "progresista" y "plural" que incluya a miembros de Podemos e IU, amén del respaldo desde fuera de Geroa Bai, la formación de la presidenta saliente, Uxue Barkos.
"Lo mismo que Sánchez"
Más allá de las declaraciones públicas, a veces altisonantes y a veces ambiguas, como siempre en política, en el PSOE navarro aseguran que su fórmula no solo es posible, sino necesaria. "No podemos darle el gobierno a la derecha, porque nuestras bases no nos lo perdonarían nunca". "Ya pasamos por ello hace años y luego recibimos mucho castigo en las urnas". Consideran, como viene informando este medio, que se trata de una oportunidad histórica para volver al gobierno 25 años después.
Los socialistas navarros se justifican, frente a las críticas que llegan "desde Madrid", porque sus intenciones no distan un ápice de lo que ya hizo el presidente del Gobierno en su día para llegar al cargo. Se trata de que Chivite se presente a la investidura como Sánchez se presentó a la moción de censura: con unos apoyos cerrados y como forma de presión a otros que se decidan a respaldar al PSOE por no permitir el gobierno de la derecha.
"Es lo mismo que hizo Pedro Sánchez en el Congreso: tenía el apoyo seguro de Podemos y presionó a otros (PNV, los independentistas catalanes) para que tuvieran que elegir entre él y Rajoy". O sea, poner a Bildu en la tesitura de dejar gobernar a Navarra Suma o permitir con la abstención que gobierne el PSOE. Como para los abertzales la prioridad es que la derecha no gobierne, los socialistas creen que la jugada va a salirles bien.
Reunión con Geroa Bai
Precisamente este miércoles Chivite, Barkos y sus equipos mantenían una reunión en el Parlamento de Navarra para explorar el acuerdo. Una reunión que se enmarca en la ronda de contactos prevista por la líder del PSOE navarro, que también va a negociar con Podemos e IU. No habrá reuniones con EH Bildu, a pesar de que necesite su abstención para la investidura, y tampoco habrá encuentros con Navarra Suma, a pesar de que sea la fuerza más votada en la Comunidad Foral.
Desde el PSN insisten en que durante toda la campaña electoral ya advirtieron de su hoja de ruta. No iban a regalar los votos a Javier Esparza, líder de Navarra Suma, ni a negociar nada con la coalición abertzale que comanda Arnaldo Otegi. En estas tesis insistía, tras la cumbre con Barkos, el secretario de Organización del PSN, Ramón Alzórriz, que negaba discrepancias con Ferraz y aseguraba que el PSN y el PSOE comparten "misma sintonía, mismo camino y mismo compromiso".
Aunque las discrepancias y las presiones sean evidentes, Chivite y los suyos apuestan por su "gobierno plural" junto a Podemos e IU, para lo que indefectiblemente necesitan los votos a favor de Geroa Bai, que por su parte pide entrar en ese ejecutivo, y la abstención de Bildu, que pide contrapartidas y que se negocie con ellos sin exclusiones. Todo para gobernar sin el nacionalismo pero dependiendo del nacionalismo, desde una posición de centralidad. El objetivo es tan claro como arriesgado. Habrá que ver, como siempre, si Ferraz lo permite.